BEIJING/Xinhua
Menos de dos semanas después de la visita furtiva de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la región de Taiwan de China, un grupo de oportunistas políticos estadounidenses aterrizó hoy domingo en la isla.
Su medida es un auténtico truco político que viola de forma atroz el principio de una sola China y las estipulaciones de los tres comunicados conjuntos China-Estados Unidos.
La visita de Pelosi a Taiwan ya había expuesto claramente la naturaleza interesada de algunos políticos de Washington y dejado al descubierto la obsesión de Estados Unidos de jugar con la “carta de Taiwan” para contener a China.
Ahora estos oportunistas políticos estadounidenses están intentando seguir el ejemplo. Lo que debe destacarse es que el motivo por el que fueron a Taiwan no es su preocupación por la democracia o los derechos humanos ahí. Lo que realmente les interesa son sus intereses políticos propios allá en Estados Unidos, principalmente ahora que se acercan las elecciones intermedias.
Los políticos de Estados Unidos que están jugando con fuego en la cuestión de Taiwan deben abandonar sus ilusiones.
El consenso global es que solo hay una China en el mundo y que el Gobierno de República Popular China es el único Gobierno legal que representa a toda China. A raíz de la visita de Pelosi a Taiwan, más de 170 países y organizaciones internacionales condenaron la visita y la calificaron de provocación seria, imprudente e irresponsable y expresaron su compromiso con el principio de una sola China.
No hay espacio para el compromiso o las concesiones cuando se trata de los intereses esenciales de China. China nunca permitirá que su soberanía nacional y su integridad territorial sean pisoteadas o socavadas deliberadamente.
Cualquier intento de distorsionar, oscurecer y erosionar el principio de una sola China enfrentará la objeción decidida de China y acabará en un completo fracaso.
Washington no debe subestimar la firme determinación, voluntad y capacidad de Beijing para salvaguardar sus intereses esenciales. Debe detener sus acciones provocativas lo antes posible y no debe seguir avanzando por el camino equivocado y peligroso.