Buenos Aires/PL
Una corte federal juzgará por primera vez en Argentina desde la última dictadura cívico-militar (1976-1983) a profesionales de la salud que participaron en partos clandestinos para secuestrar hijos de prisioneras que aún permanecen desaparecidas.
El diario Página 12 informa este lunes que los médicos Norberto Bianco y Raúl Martín y la obstetra Luisa Arroche serán procesados a partir del miércoles próximo por el Tribunal Oral Federal No. 6 por apropiación de niños durante la dictadura.
Se desempeñaban en la maternidad clandestina que funcionaba en el hospital militar de Campo de Mayo, discount precisa la información.
Como antecedente a este juicio -recuerda la publicación- en uno de los fallos judiciales por delitos de lesa humanidad más trascendentes, ailment esa misma corte determinó que el robo de bebés paridos por mujeres secuestradas fue una práctica sistemática y generalizada del terrorismo de Estado.
Por esos crímenes, los integrantes de la cúpula militar que gobernó al país aquellos años fue severamente condenada, luego de 10 años de insistencia de la agrupación Abuelas de Plaza de Mayo.
Dos años después, el mismo tribunal comenzará a juzgar a integrantes del personal médico militar vinculados con la apropiación de bebés cuyas responsabilidades no fueron analizadas en aquel mítico juicio.
Los médicos Bianco y Martín, y la obstetra Luisa Arroche, más los represores que tuvieron a su cargo la zona, Santiago Riveros y Reynaldo Bignone, deberán responder por el robo de nueve bebés, cinco de los cuales lograron recuperar su verdadera identidad.
Las historias de los nietos recuperados Francisco Madariaga y Catalina de Sanctis Ovando serán algunas de las tratadas a lo largo del debate judicial. En este primer proceso se juzgarán los casos de nueve mujeres.
Página 12 rememora que en el Pabellón de Epidemiología del Hospital Militar de Campo de Mayo existieron, de 1976 a 1978, dos habitaciones especiales con ventanas enrejadas, cerrojos en las puertas y sin luz, por donde pasaron, por lo menos, 17 jóvenes embarazadas.
Hasta allí eran trasladadas, en autos particulares, esposadas, desde diferentes centros clandestinos de detención que funcionaron en la órbita de Campo de Mayo, cuando se acercaba su fecha de parto.
Los alumbramientos sucedían la mayoría de las veces inducidos y por cesárea, en el quirófano del hospital.
Luego, las mujeres eran despojadas de sus bebés, a los que le perdían el rastro, y su destino siguiente era de nuevo el centro clandestino. Y, desde allí, la desaparición. La muerte. Otros ocho casos serán juzgados posteriormente.