Sputnik
Después de ofender al papa Francisco durante la campaña electoral, Javier Milei ahora quiere acercarse al sumo pontífice. Los dos se reunieron este 11 de febrero en el Vaticano y el mandatario incluso invitó a Jorge Mario Bergoglio a Argentina. El resultado de todo esto, dicen analistas a Sputnik, puede no ser el que Milei espera.
El primer encuentro entre los dos argentinos tuvo lugar brevemente durante la ceremonia de canonización de la primera santa argentina, María Antonia de Paz y Figueroa , también conocida como Mamá Antula (1730-1799).
Luego, este 12 de febrero, ambos sostuvieron una reunión privada en la cual, como ya estaba previsto, Milei invitó al Papa a visitar la Argentina en el segundo semestre de este año.
A pesar de que Francisco tiene tantos vínculos, Ximena recuerda que no visita Argentina desde 2013. “No sé si lo aceptará, y si lo hace, creo que buscará la manera de señalar que la visita sí”. No significa apoyo político.”
Pero… ¿qué busca Milei con el Papa?
En el pasado, Milei fue autor de ofensas contra Francisco, acusando al líder de la Iglesia católica de ser “el representante del mal en la Tierra” y «un imbécil que defiende la justicia social» , recuerda Vitor de Pieri, académico y doctor en Geografía por la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ).
A pesar de haber pedido disculpas al sumo pontífice y llamarlo “el argentino más importante de la historia”, Milei despierta sospechas respecto a este movimiento de reconciliación. “Este acercamiento al Papa es para intentar cambiar un poco su imagen «ante los ojos de su electorado», dice el experto.
“Quiere utilizar la imagen del papa Francisco para su propio beneficio. El papa es argentino y más del 70% de los argentinos son católicos», explica.
Ximena Simpson, investigadora de la Escuela de Política y Gobierno de la Universidad Nacional de San Martín, en Argentina, también destaca la intención de Milei de obtener alguna ventaja política en su acercamiento al sumo pontífice.
“Está haciendo, digamos, deberes sobre política básica en un país católico”, describe.
Para Simpson, la población argentina está más preocupada por la situación interna del país, lidiando con la dificultad de la estabilización económica y la implementación de la Ley Ómnibus , que no fue aprobada en el Congreso, que por las relaciones Milei-Francisco.
Ambos expertos señalan también que la visita del presidente al Vaticano careció de significado por las circunstancias en las que se produjo y además de no tener ningún efecto, el intento de acercarse al papa podría acabar teniendo el efecto contrario al que espera Milei, afirman los analistas.
Los opuestos entre el presidente y el papa
Entre los puntos de fricción que pueden tener el autodenominado liberal y el papa Francisco está la cercanía que tiene el presidente argentino con las iglesias evangélicas, señala Simpson. Milei retiró recientemente fondos de ayuda alimentaria de movimientos sociales vinculados a la Iglesia católica y los transfirió a la administración de una organización evangélica.
Esta actividad social que tiene la Iglesia católica en Argentina es otro punto que distancia a ambos mandatarios. Vitor de Pieri recuerda que Francisco siempre defendió ideas contrarias a las de Milei, teniendo mayor simpatía por los movimientos sociales y los sindicatos.
Esta actividad social que tiene la Iglesia católica en Argentina es otro punto que distancia a ambos mandatarios. Vitor de Pieri recuerda que Francisco siempre defendió ideas contrarias a las de Milei, teniendo mayor simpatía por los movimientos sociales y los sindicatos.
Esto no significa, sin embargo, que el pontífice se opondrá a Milei. “El Papa es una figura política muy hábil”, recuerda Ximena Simpson. Aún así, el Papa Francisco tiene una “clara simpatía por el peronismo”, afirma.
Para De Pieri, en caso de una posible visita del pontífice a Argentina, la proximidad de Bergoglio con los políticos de la oposición podría acabar destacando. “El Papa es muy cercano a Juan Grabois, que compitió con Sergio Massa en las elecciones de Unión por la Patria”, recuerda.
A pesar de que Francisco tiene tantos vínculos, Simpson destaca que el papa argentino no visita su desde 2013. “No sé si la aceptará [la invitación] y si lo hace, creo que buscará la manera de señalar que la visita no significa apoyo político”, finalizó.