Las facilidades de los celulares y las apps de llamadas y mensajería instantánea se han convertido en algo transgeneracional ¿cómo afecta esto a la industria de las telecomunicaciones?
Chile, enero de 2024
Los teléfonos móviles han dinamizado la forma como las personas se relacionan en la era digital.
Llegamos al punto de que no importa si se es joven o adulto mayor, todos interactúan de alguna manera con los teléfonos para comunicarse. Vale la pena aclarar que, de acuerdo a las edades, sus preferencias en los canales de comunicación han cambiado, lo que ha hecho que las empresas tengan que reevaluar cómo comunicarse con sus usuarios.
Según We Are Social y Meltwater en su
Digital 2023 Global Overview Report la población chilena está conformada por 19.62 millones de personas, y el número de dispositivos móviles conectados en el país es de 28.84 millones, lo que supone que hay más de 1 aparato celular por persona en promedio. Además, afirma que desde el 2022 las conexiones telefónicas móviles también aumentaron, específicamente en un 4.4%, y que siguen ganando terreno las aplicaciones de mensajería móviles.
El estudio resalta que WhatsApp es la plataforma más usada (93.2%) por los chilenos activos en redes sociales que tienen entre 16 y 64 años años de edad, seguida de Instagram (86.6%) y Facebook (86.5%).
Los SMS y las llamadas están desapareciendo
Muchos podrían llegar a preguntarse por qué los mensajes de texto siguen presentes en los celulares, siendo que aplicaciones como WhatsApp solucionan, casi que exclusivamente, la necesidad de escribir mensajes entre usuarios.
La respuesta es la evolución. Como explica Rodrigo Mena, Country Manager de Suma Móvil en Chile todo se trata de un proceso adaptativo, algo inherente a la industria de las comunicaciones. “Los SMS han pasado de ser un canal de comunicación elemental a una herramienta tecnológica para facilitar y agilizar procesos, así como implementar medidas de seguridad para la navegación del usuario. Se han vuelto indispensables de nuevas maneras, pero no es que vayan a desaparecer”, afirma Mena.
Lo anterior define cómo las empresas de telefonía deben pensar sus ofertas actuales, ya no se trata de dar más de lo que alguien no necesita, se debe revisar las tendencias de consumo por grupos etarios, ya que cada uno de ellos hace un uso diferente de los recursos de su plan de telefonía, que a su vez obedece a sus necesidades de comunicación o de entretenimiento.
Las llamadas de voz, un servicio que disminuye entre los jóvenes
Mientras las nuevas generaciones empiezan a conformar el grueso de la población consumidora de servicios de telefonía, los hábitos de consumo han cambiado, después del 2020, el servicio que ha empezado a ser un pilar fundamental de las telecomunicaciones son los datos móviles.
Y la balanza podría seguir inclinándose cada vez más hacia el mismo lado. Los datos ganan terreno, y es algo definido. El reto en este punto es que las empresas logren segmentar de una manera correcta los canales de comunicación con sus usuarios, ya que no es lo mismo hablarle a un adulto que prefiere las llamadas y le genera más confianza, a un joven que prefiere una interacción digital.
“En este punto las marcas y empresas empiezan a ver como una nueva e innovadora alternativa convertirse en un Operador Móvil Virtual, ya que al tener su propia marca de telefonía móvil pueden tener información de primera mano del comportamiento de sus usuarios, porque les proporciona datos precisos que pueden traducirse en estrategias más efectivas y en la personalización de productos y servicios de acuerdo con las demandas del mercado”, concluye Rodrigo Mena.