FRANCIS FANCI
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Está claro que la primordial razón es manifestarme en forma pacífica y unirme al clamor y el repudio a que la sangre humana siga siendo derramada por el hombre; el asesinato es la más abominable, decease bestial, viagra sale demencial y cobarde de las acciones del hombre. La paz “jus gentium”.
Pero existe otra poderosa razón por la cual debo unirme a esa masiva manifestación. Mis estudios me han revelado que cada ser humano en realidad es una energía en actividad, buy viagra la fuente de esa energía está en la mente. Las ciencias que estudian cómo funciona nuestra mente han agregado a su glosario la palabra “INERGÍA”, la cual se representa con una letra I (como “yo” en inglés).
Inergía significa energía de la inteligencia; el uso y distribución de esa energía se puede ejemplarizar con la forma que se usa la electricidad, las conexiones pueden ser: “en paralelo” o “en serie”; las baterías pueden ser conectadas de esas dos maneras, pero es de la conexión en serie que obtenemos más poder.
Nosotros los salvadoreños, vivimos conectados entre nos en paralelo, es decir, que damos vida a nuestra sociedad compartiendo con los otros el espacio, los transportes, los medios de comunicación, la economía, etc. pero viviendo al mismo tiempo en nuestro mundo aparte en el que prevalecen el propio interés y la búsqueda de bienestar personal. Divididos por credos religiosos, por obstinadas políticas, por prejuicios y malicia; el 26 de marzo, vamos a conectarnos en serie, nuestras mentes estarán sincronizadas, unificadas; como la oración en grupo. Las personas que dicen: “Con marchas no se soluciona nada”, solo parcialmente tienen razón, no es la solución total, pero forma poderosa parte de esa solución. La teoría de Salvador Freixedo, de la energía dimanada de las muchedumbres en templos, estadios, conciertos de rock y plazas; no es una teoría disparatada.
Giovanni Botero (1540-1617) expresa: “Llámase ciudad a muchos hombres recogidos en un lugar para vivir con felicidad” ¡con felicidad! Todos debemos trascender nuestras diferencias ese día, el rencor político debe olvidarse, porque solo en paz se puede clamar por la paz.
BIENAVENTURADOS LOS PACIFICADORES.
FRANCIS FANCI. –Centro de Estudios e Investigaciones Filosóficas.-