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Por qué no voy a votar por ARENA

Mauricio Funes

En esta elección no soy candidato y por tanto no voy a cometer el error de otros qué le dicen a la población por quién hay que votar.

Una cosa es proporcionar claves de lectura a los electores para orientar la decisión que deberán tomar el próximo 1 de marzo y otra muy diferente es manipular la decisión de los salvadoreños a fin de favorecer a un determinado partido político.

Lo que si no puedo dejar de hacer es decir por quién no hay que votar si queremos que nuestro país se desarrolle y haya más y mejores oportunidades para todos y no sólo para unos pocos privilegiados.

ARENA tiene como lema de campaña en general la necesidad de cambiar de rumbo del país. Y para ello, sovaldi sale sus candidatos le piden a la ciudadanía que le permitan llegar a la Asamblea Legislativa y controlar las decisiones de este órgano del Estado.

Si hacemos una revisión histórica de qué ha hecho ARENA por el país cuando ha contado con mayoría legislativa para decidir, purchase veremos que las iniciativa aprobadas lo que han permitido es que unos cuantos grupos empresariales se queden con bienes estratégicos que antes estaban en manos del Estado.

Bajo el pretexto que había que modernizar la economía y desarrollar una amplia base productiva que hiciera crecer las exportaciones, ask ARENA pasó y aprobó leyes que permitieron, entre otras iniciativas, la privatización de la banca, la privatización de las telecomunicaciones, la privatización de la distribución de energía eléctrica y la privatización del sistema de pensiones.

Todos estos procesos no se tradujeron en más y mejores empleos y menos en reducción de la pobreza y la desigualdad.

El capital extranjero privado que entró al país acabó concentrado en unos cuantos grupos empresariales que se convirtieron en socios minoritarios de estas empresas para luego vender su participación accionaria a un precio mayor que el que habían pagado.
Intentaron sin éxito, sobre todo por la presión ciudadana y del gremio médico, privatizar la salud y la seguridad social.

Las administraciones Areneras “quebraron” al Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), de modo de justificar ante la población su privatización, que ya formaba parte de un proyecto de expansión empresarial de un importante grupo económico del país que habría encarecido la salud para todo los salvadoreños y salvadoreñas.

Intentaron, en tiempos del gobierno Flores, privatizar las presas hidroeléctricas. Ya había un proyecto en ese sentido preparado por la Secretaría Técnica de la Presidencia que fue abortado por la oposición legislativa.

Han intentado privatizar el servicio de agua potable, tanto su extracción como su distribución. Hay documentos elaborados por FUSADES desde tiempos del gobierno del ex Presidente Flores en los que recomiendan la reducción de los subsidios y la privatización del agua, de modo de convertirlo en un negocio privado.

Aprobaron una Ley de la SIGET y una Ley de la Electricidad y Telecomunicaciones, en tiempos del ex presidente Calderón Sol, que les permitió vender acciones de la empresa estatal de generación de energía geotérmica a una empresa italiana que buscaba al final quedarse con la totalidad de las acciones, violando abiertamente la Constitución de la República.

Esta venta de acciones le significó al país, de acuerdo al requerimiento de la Fiscalía, pérdidas que sobrepasan los 2 mil millones de dólares.

En tiempos del ex presidente Cristiani, ARENA eliminó el impuesto al patrimonio y a las sucesiones, a fin de favorecer a los grandes capitales, lo que redujo la recaudación tributaria.

En el siguiente gobierno, el del ex presidente Calderón Sol, para compensar esa pérdida de ingresos tributarios, ARENA aumentó el IVA de 11 a 13%, con el consiguiente impacto negativo en las condiciones de vida de la población más pobre.

En contraste, en 15 años aprobaron leyes y reformas a cuerpos jurídicos ya existentes que facilitaron la evasión y elusión fiscal, disfrazadas de estímulos fiscales para la producción.

Intentaron autorizar la explotación minera en el país, lo que habría afectado la salud y el medio ambiente, en las zonas donde ya el gobierno Flores había autorizado proyectos de exploración minera a empresas extranjeras que buscaban llevarse el 98 por ciento de las ganancias, dejando un pírrico 2% para el Estado.

Los diputados de ARENA nunca estuvieron de acuerdo en una ley de acceso a la información pública y menos que la ciudadanía ejerciera una eficaz contraloría del poder.
Bajo los gobiernos de ARENA, las empresas públicas nunca fueron debidamente auditadas y el manejo discrecional que se hacía desde la Presidencia de la República del presupuesto gubernamental y las llamadas partidas secretas, tampoco fue combatido.

Sonados casos de corrupción como la compra de medicinas en el Seguro Social en tiempos de Cristiani, el robo del abono donado por Japón durante el gobierno Calderón Sol, o bien, la poco transparente venta de los bancos con Cristiani que permitió tener a unos cuantos el control accionario de estos a través de prestanombres, o el manejo discrecional de los fondos provenientes de la venta de ANTEL. Y ya no digamos, la facilidad e impunidad con que el ex presidente Flores manejó los recursos provenientes de la cooperación taiwanesa destinada a atender las necesidades generadas por los terremotos del 2001, sin que hubiera una adecuada contraloría pública de esos fondos.

No recuerdo que en esos años, los últimos del gobierno Flores, en que ARENA tenía mayoría en la Asamblea Legislativa, sus diputados hayan pedido una rendición de cuentas de esas millonarias ayudas que no ingresaron al erario público y que, por tanto, tampoco fueron auditadas por la Corte de Cuentas de la República.

Todo eso se hizo ante la mirada indiferente y cómplice de los diputados de ARENA en tiempos en que este partido controlaba las decisiones en la Asamblea Legislativa.
Tampoco, tanques de pensamiento como FUSADES o FUNDE demandaron mayor transparencia en la utilización de esos recursos.

Hoy en día, en un claro acto de doble moral, FUSADES exige a la sección de probidad de la Corte Suprema de Justicia que investigue el origen del patrimonio del Presidente de la Asamblea, con el que ha adquirido a través de una sociedad una serie de lotes propiedad del IPSFA en Nuevo Cuscatlán; pero no pide que se investigue el patrimonio del ex presidente Flores y los negocios que tiene con un prominente empresarios azucarero del país en la zona de Corral de Mulas, en el Puerto El Triunfo.

Qué dijo FUNDE, FUSADES, ANEP y ARENA cuando la Corte Suprema de Justicia prohibió en el pasado a la sección de Probidad que investigara las cuentas bancarias del expresidente Flores y una parte importante de sus funcionarios, entre ellos la ex canciller de la república, quién en ese momento era la Presidenta de uno de los bancos que tenía en su poder esa información?

A lo largo de 15 años, los gobiernos y diputados de ARENA desfinanciaron a la Fuerza Armada y negaron recursos para la Policía Nacional Civil y la Fiscalía, lo que permitió el crecimiento de la delincuencia y las pandillas.

Durante los tres gobiernos de ARENA, me refiero a los gobiernos de Cristiani, Calderón Sol y Flores, los hospitales fueron abandonados. No hubo inversión en infraestructura hospitalaria, no se construyeron unidades de salud y tampoco se invirtió en mejorar el abastecimiento de medicamentos.

Los presupuestos aprobados por sus diputados se caracterizaron por una baja inversión en lo social.

Antes del gobierno Saca, para ARENA, así como ahora, el gasto social era sinónimo de despilfarro y asistencialismo.

No hay, por donde quiera que se busque, una tan sola iniciativa de beneficio a las grandes mayorías que haya sido promovida, empujada y aprobada por la fracción de ARENA.

Durante el gobierno anterior, nunca dieron sus votos para el exitoso programa Ciudad Mujer, que ya ha beneficiado a mas de 700 mil mujeres de todo el país.

Tampoco aprobaron los presupuestos de Salud, Educación y Seguridad Pública.
Se negaron a financiar los paquetes escolares, el vaso de leche, las meriendas escolares y el programa de Agricultura Familiar así como la entrega de paquetes agrícolas a miles de campesinos pobres de todo el país.

No dieron sus votos para que a través del presupuesto de Salud Pública se construyeran los Equipos Comunitarios de Salud (ECOS), que llevan atención sanitaria a los poblados más alejados del país.

Tampoco han querido dar los votos para aprobar las leyes que garantizan el derecho de la población al agua y a la alimentación.

No les interesa que constitucionalmente exista una exigencia para el Estado salvadoreño de garantizarle a la población el acceso al agua potable y a alimentos baratos y de calidad.

Con este comportamiento histórico, aceptado y reconocido por el ex candidato presidencial de ARENA y actual alcalde capitalino, Norman Quijano, quién hace cinco meses declaró a la prensa que “uno de los errores de la dirigencia de ARENA había sido estar más cerca de prominentes grupos empresariales del país que de las organizaciones de los trabajadores”, qué podemos esperar entonces de una legislatura dominada por ARENA?

Cuando dicen que hay que votar por ARENA para cambiar el rumbo del país y para que El Salvador vuelva a ser lo que era antes, durante sus gobiernos, lo que están confesando, en el fondo, es que sus diputados y diputadas trabajarán para satisfacer la voracidad oligárquica a la que siempre ha respondido y continúa respondiendo su dirigencia.

Una mayoría legislativa controlada por ARENA sólo servirá para legislar a favor de nuevos “asaltos” al Estado por parte de los grupos oligárquicos del país.

Una mayoría legislativa controlada por ARENA sólo servirá para que quede impune la corrupción cometida bajo sus gobiernos, como bien lo ilustra el caso del ex presidente Flores y el desvío de donativos provenientes de Taiwán.

Por estas y otras razones que este espacio no nos permite registrar es que yo no daré mi voto por ARENA.

La población tampoco debería hacerlo si no quiere que el país retroceda.

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