José María Barrera Lemus
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Consultor
Faltan pocos días para asistir a las elecciones presidenciales; por lo que considero oportuno dedicar este breve espacio para que nuestros lectores y posibles votantes conozcan sobre algunas verdades que poco o mucho se divulgaron durante la campaña.
Como sabemos, la presente campaña estuvo orientada, como siempre, a lanzarse dardos envenenados entre los candidatos en contienda, -unos más, otros menos- en lugar de presentar propuestas sólidas en beneficio de la población.
El común denominador durante los diferentes debates realizados en la UES y ASDER lo constituyó la ausencia de Nayib Bukele, quien confiado en el voto de los desencantados, tanto de ARENA, como del FMLN, supo manejar su campaña principalmente por medio de las redes sociales, salvo su presentación ante el ENADE 2018, la entrevista realizada en la UCA y su participación en concentraciones en diversos lugares del país y la UES misma. En todas estas, su crítica fue contundente hacia la corrupción durante los veinte años de gobiernos de derecha principalmente y de algunos funcionarios del FMLN.
Frases retóricas del candidato de GANA, como “Devuelvan lo robado”, “ARENA nunca más”, “hagamos historia” y otras… solo generaron el descontento y el repudio de los seguidores del partido contrario, que terminó en algunos casos en luchas callejeras y amenazas, lo cual permitió evidenciar un comportamiento no acorde a las expectativas del pueblo. Craso error de humanos egoístas que ocultan en sus críticas la inoperancia de lo que pretenden realizar, ante el temor inminente a ser despotricado.
Sobre este tema es importante destacar la reciente reflexión del papa Francisco, surgida de lo más profundo de los valores cristianos: “Nunca des tu voto por un político que te ponga en discordia con tu vecino y siembre odio en tu corazón… porque de salir ganador en las elecciones será un mal servidor público”. Sabias y profundas palabras para comprender el porqué de las cosas en un mundo en el que los idealistas procuramos la armonía, la paz y la honestidad.
Otro común denominador lo constituyó la ausencia de propuestas sólidas de desarrollo social, a menos de aquellas que ya se han venido y se están realizando desde los gobiernos del FMLN, y que con muy bajo perfil se atrevió a mencionar en alguna oportunidad el candidato de ARENA como forma de reivindicar su éxito a favor de la izquierda.
Mientras, Calleja y Bukele se debatían en sendos combates sobre la corrupción, la violencia de género y el maltrato a trabajadores, Hugo Martínez aprovechó para destacar el valor y fruto de los proyectos realizados durante los dos gobiernos de izquierda y a proponer la continuidad de los mismos, pero trabajando desde las bases.
En el caso del partido Vamos, tal parece que nuevamente se repite la misma historia en el país; y es que aunque en su propuesta de campaña se evidencian ideas interesantes con deseos de convertirlas en realidad, es necesario tener presente que para participar en contiendas, lo más importante en este país es lograr mayor reconocimiento por parte de la población, pero sobre todo, mayor inversión en la campaña y más solidez en sus planteamientos. Esto quedó evidenciado en el bajo porcentaje en todas las encuestas y el reducido espacio de divulgación ofrecido en los principales medios de comunicación al servicio del Poder Económico.
Para quienes razonamos nuestro voto, es importante tomar conciencia de lo que ha estado sucediendo durante los últimos nueve años de gobiernos del FMLN, porque si bien se han visto casos que a la luz de las particularidades parecen nefastas o funestas, estas no nos deben desviar de los ideales del socialismo cuya principal misión consiste en buscar el bienestar y el bien común de toda la población. No obstante, es necesario erradicar los vicios de corrupción, llevando hasta las últimas consecuencias a cualquier persona que en nombre del pueblo busque su propio enriquecimiento. He aquí un llamado a los desencantados para reivindicar los ideales de izquierda.
Como he mencionado en otros artículos, -aquí, en China y en cualquier otra parte del mundo, en política solo existen dos tendencias: la derecha que sirve a la oligarquía (rica y poderosa) y la izquierda que se debe al pueblo (pobre y marginado). Cualquier otra tendencia solo pretenderá desvirtuar las intencionalidades de cualquiera de las dos; el caso más claro es el del partido GANA y el PCN y PDC en la derecha y CD y PSD en la izquierda, por poner un ejemplo.
Al partido de los ricos y poderosos solo le interesa todo aquello que les permita acumular más y más, a costa de proyectos económicos que desangran al pueblo, como el neoliberalismo caníbal que se nos ha impuesto desde hace más de 30 años y que solo nos ha traído más miseria y divisionismo. Al respecto, les invito a ver el documental titulado “La Doctrina del Shock”, que pueden descargar de Youtube. Allí se describe la historia del neoliberalismo y sus primeras consecuencias en los países en donde se comenzó a implantar.
Por el contrario, el interés primordial del partido de los pobres y marginados consiste en la búsqueda del bien común, a través de proyectos que eleven su calidad de vida y que lo encaminen hacia el bienestar del Ser, antes que del Tener, como pretende el consumismo voraz que nos ha sido impuesto.
De ahí la decisión sabia de saber elegir al candidato más idóneo el próximo domingo 3 de febrero. Un candidato que nos represente y nos defienda de cualquier intervención interna y externa que dañe nuestros ideales y nuestros derechos como ciudadanos. Es precisamente en esta corriente de pensamiento y acción a la que nos debemos las grandes mayorías.
Quiero finalizar con un pequeño poema irónico, escrito desde las realidades e intencionalidades de quienes aspiran al poder, como forma de dominio a las mentes ingenuas que sin darse cuenta tienden a caer en la trampa del engaño. El poema se titula: ¿Por quién votamos?
¿Por quién votamos?
El león falleció, ¡triste desgracia!
Y van, con la más pura democracia,
a nombrar nuevo rey los animales.
Las propagandas hubo electorales,
prometieron la mar los oradores,
y… aquí tenéis algunos electores:
Aunque parézcales a Ustedes bobo
las ovejas votaron por el lobo;
como son unos buenos corazones
por el gato votaron los ratones;
a pesar de su fama de ladinas
por la zorra votaron las gallinas;
la paloma inocente…
votó por la serpiente;
las moscas, nada hurañas,
querían que reinaran las arañas;
el sapo ansía, y la rana sueña
con el feliz reinar de la cigüeña;
con un gusano topo
que a votar se encamina por el topo;
el topo no se queja,
mas da su voto por la comadreja;
los peces, que sucumben por su boca,
eligieron gustosos a la foca;
el caballo y el perro, no os asombre,
pues juntos votaron por el hombre…
Y con dolor profundo
arrastrábase un asno moribundo,
por no poder encaminarse al trote,
a dar su voto por el zopilote.
Caro lector que inconsecuencias notas,
dime: ¿no haces lo mismo cuando votas?
Guillermo Aguirre y Fierro.
Autor del poema El Brindis del Bohemio.