Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Luego de conocer las intenciones del Gobierno en continuar con la construcción de la presa El Chaparral, el presidente del CESTA, Ricardo Navarro recordó un estudio de 2002, el cual concluyó que el proyecto no era viable por razones sociales, pues cerca de 10,000 familias de las comunidades de Carolina, San Antonio del mosco y San Luis de la Reina serán desplazadas por las inundaciones en 8.5 kilómetros cuadrados de tierras, que muchas de ellas no son propiedad de CEL.
Navarro enfatizó que hubo un estudio de impacto ambiental altamente cuestionado, porque el proyecto estaba inadecuado al bloquear en algunas comunidades el acceso al agua, generar daños a la salud por campos magnéticos estáticos en las líneas de alto voltaje, tala de 89,000 árboles de sesenta especies, la emanación de dióxido de carbono y metano, y gases de efecto invernadero, tal como ocurre en todos los embalses de las presas hidroeléctricas.
“Nunca hubo estudios hidrológicos y los estudios biológicos programados ya no se hicieron porque en torno a la presa había muchas protestas de las personas, ya que para las consultas la CEL seleccionaba las gentes y solo a ellas se les preguntaba. Nunca se tomó en cuenta el costo cuando la presa termine su vida útil y haya que desmantelarla, lo cual cuesta igual como construirla, además, no se habló de las enfermedades que ocasionaría”, sostuvo el presidente del CESTA.
Para el ambientalista, otro de los problemas con la construcción de la presa es que el embalse será un almacenaje de fertilizante, pesticidas y otros químicos, además, se perderá una gran cantidad de suelo fértil para la agricultura y la ganadería, infraestructura, escuelas, puentes caminos y lugares turísticos; desaparecería el hábitat de varias especies de flora y fauna y en los alrededores del embalse aumentará la erosión.
Consideró necesario un estudio vulcanológico que nunca se hizo, porque donde se construye la presa es un lugar con manifestaciones termales, hay ausoles y probablemente cerca debe existir una incursión magmática; la zona posee importancia paleontológica y arqueológica, se han encontrado rasgos precolombinos de cultura Lenca, obsidiana, fragmentos de piedra que data entre seis mil y dos mil años antes de Cristo. Hay interés paleontológico, pues en un lugar llamado Vado Ancho se han encontrado restos fósiles.
“Esto nos preocupa porque son problemas que venían desde antes y todavía están, pese a que el presidente Bukele trata de presentar las cosas como que antes estaban mal y ahora están bien, al decir que se tendrá un monumento a la eficacia y eficiencia, con precios accesibles a la energía, esa es una visión en modo esquizofrénica y no es realidad, la verdad es que hay muchos problemas y no han sido resueltos”, recalcó.
El CESTA se ha mostrado en desacuerdo con el proyecto El Chaparral desde la administración del expresidente Flores, cuando decidió iniciar el proyecto, debido a la cantidad de efectos negativos tanto para la salud de las personas como del medio ambiente, ya que no es viable en un país como El Salvador donde no hay espacio y ni siquiera producen sus propios alimentos.