Dr. José Joaquín Morales Chávez
Miembro de la Nación Salvadoreña en el Exterior
Canadá
Esta presentación es en buena parte una traducción del libro de Robert J. Shiller: “Narrativa económica y como las historias se hacen virales”. Éste economista fue premio Nobel de Economía.
La pregunta principal en este libro es: ¿por qué la narrativa sobre el Bitcoin se hizo viral y contagió sobre todo a las y a los jóvenes?
La narrativa del Bitcoin se difundió rápidamente como lo hizo el virus del Covid 19. En el transcurso de la historia se ha visto que infecciones como la peste y la gripe española generaron contagios rápidos en la población. Por supuesto que la causa de estos fenómenos infecciosos en medicina tiene orígenes múltiples.
Ahora la pregunta es, ¿cómo la idea del Bitcoin se extendió, como un contagio infeccioso? De acuerdo a Shiller, las respuestas a esta pregunta pueden ser las siguiente:
Primero, el contagio del Bitcoin ha sido sobre todo en la gente joven. Sabiendo que el Bitcoin en sí no tiene ningún valor, al menos que la gente crea que tiene valor. Todo comenzó en 2008 cuando se publica en inglés un documento titulado «Sistema de Cash Electrónico». Esta publicación fue aparentemente escrita por un misterioso individuo llamado Satoshi Nakamoro; este personaje nadie lo ha visto, nadie lo conoce, no se sabe si es japonés o cuál es su nacionalidad.
Segundo, en 2008 y 2009 sobrevino la crisis que mostraba la corrupción del sistema bancario y financiero capitalista global. Esta situación permitió a los creadores del Bitcoin el presentarse como rebeldes contra el sistema financiero capitalista global. Esta oportunidad la aprovecharon especuladores, porque la crisis en ese período generó un gran descontento y frustración en la población contra el sistema financiero y algunos gobiernos. Sobre todo, afectó a las personas de los países del Oeste (Europa, USA, Australia, Canadá, etc). A partir de este hecho y de manera oportunista los especuladores de las criptomonedas lanzaron éste proyecto como una opción alternativa al sistema financiero corrupto del capitalismo y de algunos gobiernos.
Tercero, el Bitcoin aparece generado por un “misterioso efecto matemático” de las computadoras; mostrando así que las computadoras son mucho más inteligentes que el hombre y que podrían dominar al ser humano con la inteligencia artificial. Los algoritmos matemáticos y los investigadores de computación se presentaron como los generadores de un supuesto secreto que muchos de los especuladores de las criptomonedas no saben explicar.
Cuarto, los especuladores de las criptomonedas, las han presentado como parte de un movimiento anarquista. Sabemos que los anarquistas se oponen a toda forma de gobierno. Esto comenzó hace muchos años. Uno de los famosos anarquistas fue Proudhon. Así surgieron voces anarquistas en los promotores de las criptomonedas. Por ejemplo, el señor Sterlin Luján decía: «el Bitcoin es la catálisis para una anarquía de paz y libertad. Fue construido como una reacción contra la corrupción de gobiernos e instituciones financieras. No solamente el Bitcoin fue creado para mejorar la tecnología financiera, si no que el Bitcoin y las criptomonedas, son una forma de quitar el poder a las autoridades de gobierno».
Quinto, el Bitcoin se ha presentado como un arma para terminar con la desigualdad en el mundo capitalista. Ya que muchos que sufren desigualdad llegaron a pensar que al comprar Bitcoin, tendrían grandes ganancias, en poco tiempo y así se convertirían en millonarios y la desigualdad por este milagro desaparecería. Por supuesto que los especuladores del Bitcoin lograron en un momento determinado que este criptoactivo tuviera incrementos de hasta 40% en 24 horas. Esto generó esperanzas infecciosas a los jóvenes a los que la crisis del 2008 y 2099 los dejo en situación de gran precariedad.
Sexto, la otra aureola de la que viene cubierto el Bitcoin es que, si usted lo compra, se convierte en ciudadano de las metrópolis capitalistas. Esto lo hace entrar en un club selecto que levanta su autoestima ya destruida por el colapso de la economía en 2008 y 2009; colapso que aún no nos hemos recuperado.
La realidad ha sido diferente, así se crearon miles de criptomonedas. Surgieron especuladores por todos lados. Pero muchos de estos especuladores no han sido más que grandes estafadores, el caso más patético es el del pícaro simpático joven Sam Bankman Fried. Este individuo cara visible de la compañía FTX llegó a estafar a millones de personas.
FTX llegó a acumular 8 billones de dólares que provenían de los compradores de criptomonedas. Esta compañía se declaró en bancarrota y ha dejado a millones de personas en la miseria. El simpático joven Bankman está hoy en prisión. Es bueno agregar que esta persona, en su afán de influenciar gobiernos, hizo donaciones importantes al Partido Demócrata y Republicano de Estados Unidos (no parecían estar en contra de gobiernos sólo era una farsa).
Igualmente, los medios de comunicación hacen mención de la corruptela que implican al señor Changpeng Zhao, cara visible de Binance y, muy amigo por conveniencia de, Bukele.
Lamentablemente este tipo de narrativas llenas de manipulaciones hicieron que el presidente Bukele mordiera el anzuelo y pensara que con las criptomonedas el resolvería el problema económico de El Salvador. Todo se le quedó en sueños: ni Bitcoin City, ni bonos Bitcoin, pero si la pérdida de más de 350 millones de dólares causado, en nuestro país, por la imprudencia e inmadurez del presidente. Como decía en mi pueblo no hay que creer en pajaritos preñados.
El Bitcoin se propagó como una infección, pero, asimismo se propagó la fuerte corrupción para estafar a millones de personas que fueron atraídas por la narrativa viralizante del Bitcoin. Narrativa publicitaria engañosa muy común y sistemática en el Gobierno de Bukele.