Sin lugar a dudas, sickness si todos los que fueron a votar por el FMLN acuden el 9 de marzo a las urnas nuevamente a depositar su voto por la fórmula presidencial que encabeza el firmante de la paz, profesor Salvador Sánchez Cerén, y Oscar Ortiz, el FMLN tiene garantizado el triunfo en segunda vuelta.
No obstante, el mayoritario partido de izquierda tiene que garantizar la victoria con la suma de otros miles de voto, tanto de los que acompañaron a Unidad, que se quedó en primera vuelta, como los que, prefirieron ver el evento desde al comodidad de su hogar, bien porque son de los eternos desinteresados “de la política” o porque en esta ocasión, los partidos no los incentivaron lo necesario.
Los que si creen en los procesos electorales, y por ende, en esta expresión democrática llamada elecciones, también los de siempre, acudieron como de costumbre: unos de forma mañanera, y otros, al disminuir lo fuerte de la luz del astro sol, que fueron los más, pues, según el Tribunal Supremo Electoral fue el 63% por ciento de los registrados en el Padrón Electoral.
Quienes por cierto, han intentado desacreditar o disminuir el gran triunfo del FMLN, y por tanto del profesor Salvador Sánchez Cerén y Oscar Ortiz, deberían pedir disculpas al electorado primero y al partido ganador después.
El FMLN, sin lugar a dudas, ha obtenido un gran triunfo, solo así se puede sintetizar el gane en 13 de los 14 departamentos del país, y en 193 de los 262 municipios. El Salvador quedó teñido de rojo.
¿Pero, porqué el triunfo contundente del FMLN? Sencillo. El pueblo, el millón 300 mil votantes del FMLN, hombres y mujeres, jóvenes y adultos, salieron a defender los programas sociales. Esto explica, el triunfo en departamentos como Sonsonate, Ahuachapán, La Libertad, entre otros.
Los y las salvadoreñas sabían y saben, que de ganar ARENA, esos programas sociales, que no solo han beneficiado a miles de miles de salvadoreños, también son de interés hasta de las Naciones Unidos.
Con el Gobierno del Cambio, en El Salvador se ha instaurado un nuevo modelo para la inversión social, y ya es indetenible. Pero, sobre todo, porque el electorado sabe, que la continuidad de estos programas solo los garantiza Salvador y Oscar.
No se puede ingnorar la nueva oferta electoral del FMLN, que fue construida desde abajo, con la participación de más de medio millón de salvadoreños, en las consultas que hizo el partido, y que involucró a toda su militancia.
También abonó, la campaña limpia y propositiva del FMLN, muy coherente con su programa de Gobierno, y que contrastó con la campaña del miedo y sucia del adversario.
La fórmula también despertó mucha credibilidad. Salvador reflejó la experiencia de la vida y su experiencia como vicepresidente y Ministro de Educación, que se complemento con las energías y la inquietad de Oscar, que primero unificaron al partido, y luego comenzaron a ganarse la confianza de los sectores, de la población en general.
Y por todo lo arriba señalado, y por los 300 mil votos de diferencia, y por la decisión del millón 300 mil que están dispuestos a votar nuevamente, llevando consigo un votante de Unidad, es que el FMLN tiene garantizado el triunfo el 9M.