José Amilcar Ramírez
El sector económico dominante de nuestro país, viagra a través de sus medios de difusión, treat prensa escrita, radial, televisiva, medios digitales, analistas a sueldo, fundaciones (FUSADE, FUNDE) ANEP y movimientos sociales de fachada, desde que el presidente Funes asumió su mandato, comenzaron a implementar un plan anti gobierno con el propósito de hacer ver mal la gobernabilidad, y así de esta manera poder desprestigiarlo internamente y a nivel internacional.
Uno de las temas centrales que ellos han escogido para lograr sus objetivos ha sido el de las inversiones, manejando la tesis que la incapacidad de este gobierno y la inseguridad jurídica, no propician un ambiente favorable para las inversiones tanto nacionales como extranjeras. Lo han repetido coordinadamente y a coro durante todo el periodo del actual gobierno. El presidente Funes, les tendió la mano para que invirtieran por el bien de todos y de nuestro sufrido país, pero nunca hubo una señal positiva de acompañar este llamado patriótico, luego más adelante la ANEP hizo sus propios planteamientos, tratando de disimular o esconder sus verdaderas intenciones ocultas de no invertir en este gobierno, el presidente Funes, en varias ocasiones les tomó la palabra, pero todo fue en vano porque nunca surgió ningún compromiso para que juntos pudieran enfrentar los retos y los desafíos que la coyuntura les demandaba.
Últimamente, cuando nos encontramos en plena campaña electoral, este tema por ser estratégico se mantiene en el centro de toda discusión o debate político, ya que las inversiones tienen que ver con el crecimiento económico, generación de fuentes de trabajo y empleos, además lo más importante el desarrollo humano. Lamentablemente, para el sector económico poderoso, la derecha no convence a nadie con sus enfoques y sus planteamientos en relación a las inversiones, en otras palabras, sino entendemos o conocemos las verdaderas causas por las cuales no se invierte en el país, jamás encontraremos la solución.
El poder económico nacional no quiere decir que las inversiones que dejaron de hacer aquí, las fueron a hacer a Nicaragua, Costa Rica y Panamá; además nuestro mercado es pequeño y saturado por los monopolios, los servicios básicos son los más altos de centro América, escasea la mano de obra calificada, sobre todo la tecnológica, contamos con poco recursos naturales, y una escasa disponibilidad de materia prima; por último, la inversión en nuestro país, por el efecto de la dolarización es más alta que en el resto de países de la región. Hay que recordarle a la derecha recalcitrante, que las leyes en cuanto a inversiones, no se han cambiado en este gobierno, siguen siendo las mismas y en cuanto al tema de la seguridad ciudadana, Guatemala y Honduras tienen similares condiciones a las nuestras y, sin embargo, tienen mayores inversiones y mayor crecimiento económico que nosotros.
También, hay que decir que los tratados de libre comercio solo han servido para contrarrestar las inversiones, las cifras nos dicen que los tratados de libre comercio que se han suscrito hasta ahora, nos dejan una balanza comercial siempre desfavorable para nosotros (compramos mas de lo que vendemos), en otras palabras, las importaciones desplazan a los productos locales, haciendo desaparecer las pocas inversiones con que contamos. Ahora bien, la pregunta del millón es que debemos hacer para que crezca la inversión en nuestro país, porque no solo basta con definir o establecer un marco legal con procedimientos administrativos, que regulen las inversiones nacionales y extranjeras, sino que tenemos que ver con que recursos contamos y la disponibilidad de ellos, procurar la diversificación de los cultivos impulsar y desarrollar la agroindustria (cultivo de marañón, maguey, cocotero, ajonjolí, maní, cacao, bálsamo, cítricos etc.) desarrollar la industria pesquera y el turismo, solo que sin olvidarnos del respeto riguroso a nuestro medio ambiente por las contaminaciones que producen las industrias. Una vez definidos los planes de nuestras inversiones, habrá que buscar nuevos mercados, que no dependan solamente de Estados Unidos y Europa.
Finalmente, con una economía bien planificada y con el concurso de aquellos empresarios patriotas progresistas, que luchan por procurar un bien común en beneficio de las grandes mayorías, nuestro país podrá salir adelante y estamos seguros que con la continuidad de este gobierno estos objetivos podemos lograrlos.