Por Sofia Miselem/México/AFP
La fiscalía general mexicana presentó el miércoles nuevas evidencias científicas para la posible identificación del segundo de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos hace un año en
Guerrero (sur), pharm un caso que desató una profunda indignación en la sociedad mexicana y la comunidad internacional.
«Existen indicios que establecen la posible correspondencia entre (el estudiante desaparecido) Jhosivani Guerrero de la Cruz y las muestras» de ADN revisadas por expertos forenses de la Universidad de Innsbruck en Austria, que trabajaron sobre restos humanos hallados por la fiscalía cerca del sitio de la desaparición, dijo la procuradora (fiscal general) Arely Gómez en un mensaje a la prensa.
De confirmarse que estos restos corresponden a Guerrero, serían dos los estudiantes identificados luego de que en diciembre pasado los mismos expertos de la Universidad de Innsbruck identificaron los de Alexander de la Mora, otro de los jóvenes desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en un crimen que generó la indignación de la comunidad local e internacional.
Los restos «proporcionan evidencia moderada de perfil de la víctima (…) coincidente con la madre» de Guerrero de la Cruz, un joven de 21 años de edad, añadió la fiscal.
Gómez explicó que estas evidencias serán incorporadas al expediente de la investigación y se informará de estos hallazgos al juez de la causa para que sea «quien determine legalmente lo conducente».
En enero pasado, los expertos foreneses de Innsbruck habían advertido que había pocas posibilidad de realizar más identificaciones por el extremo deterioro de los restos humanos.
Pero según Gómez, estos nuevos elementos se consiguieron luego de un trabajo de meses y mediante un «análisis consistente en la extracción de ADN mitocondrial» de los restos humanos entregados por la fiscalía a los expertos.
Escepticismo
Los resultados también han sido comunicados a los abogados de los familiares de los estudiantes desaparecidos y al equipo de antropólogos forenses que colaboran en la investigación.
Felipe de la Cruz, vocero de los familiares de los jóvenes desaparecidos, se mostró escéptico respecto de estas nuevas evidencias divulgadas por la fiscalía general.
«No podemos confiar en la voz de un gobierno que ha mentido siempre y que busca rescatar su verdad histórica en base a resultados poco claros», dijo De la Cruz a la AFP vía telefónica.
La fiscalía ha defendido lo que denomina una «verdad histórica», según la cual la noche del 26 de septiembre de 2014 estudiantes de la escuela de maestros rurales de Ayotzinapa fueron atacados por policías locales coludidos con criminales en Iguala, cuando los jóvenes tomaron a la fuerza autobuses para sus movilizaciones políticas.
Los policías habrían entregado a los 43 estudiantes a un grupo narcotraficante, que los asesinó por sospechar que eran miembros de un cártel rival para luego incinerar los cadáveres en el basurero de la comunidad de Cocula y echar los restos a un río, según la fiscalía.
Sin embargo, un grupo de expertos independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó el 7 de septiembre pasado las conclusiones de una investigación que desmorona la versión oficial, diciendo que no hay evidencia científica que los estudiantes fueron incinerados en el basurero.
«Lo que dice la PGR no es muy confiable considerando el informe de los expertos de la CIDH (…). Nadie sabe cómo aparecieron esos restos (los de los dos identificados)», añadió De la Cruz al evocar el informe de los investigadores independientes.
Según los expertos de la CIDH, «no existe ninguna evidencia» de que 43 cuerpos fueron cremados en el basurero de Cocula y señala que los restos del primer joven identificado fueron encotrados en un sitio distinto al río localizado a una hora de distancia.
Los expertos señalaron también en su informe que no cuentan con elementos
para determinar el posible destino de los jóvenes.
Los padres de los estudiantes desaparecidos serán recibidos por el presidente Enrique Peña Nieto el próximo 24 de septiembre en lo que será el segundo encuentro con el mandatario, fuertemente criticado dentro y fuera de México por este caso.
El 26 de septiembre se espera una gran movilización a un año de la tragedia.