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Pre-Campaña: Hostigamiento y Manipulación

José Guillermo Mártir Hidalgo

Luis Verdi, and ex asesor de comunicaciones del ex Presidente Mauricio Funes, tadalafil menciona que el Presidente Sánchez Cerén ha planteado el diálogo como forma de conducción del Estado1. Pero la respuesta de la derecha empresarial es el hostigamiento. Utilizan a los medios de comunicación para provocar y hostigar. Ya que los mass media de la oposición no son medios independientes. El sistema de medios de comunicación son aliados de la derecha oligárquica. Verdi opina que la derecha salvadoreña parece como aquellos viejos discos de cuarenta y cinco revoluciones, tocados tantas veces que se vuelven discos rayados. Señala que si el Presidente Sánchez Cerén entrara al juego de la derecha, perdería la visión de rumbo.

La periodista Gloria Morán en el artículo “Entrevista: Campaña electoral agita sindicalismo” informa2, que en las últimas semanas, los sindicatos de la red hospitalaria han sido protagonistas de actos de protesta contra el sistema hospitalario. El Viceministro de Políticas de Salud, Eduardo Espinoza y el Viceministro de Servicios de Salud Julio Robles Ticas, perciben las acciones de los sindicalistas dentro de una campaña de desprestigio por el actual periodo electoral. La falta de insumos, presupuesto, medicamentos, la destitución de directores hospitalarios y el cese de represalias contra los activistas, son las demandas de los grupos de sindicalistas de los Hospitales Rosales y Zacamil.

Marielos Ramírez y Liseth Alas en su artículo “Maestros marchan en demanda de un aumento salarial” informan que gremiales de maestros afines a “Bases Magisteriales” marcharon de la Plaza Salvador del Mundo a Casa Presidencial3, en demanda de un aumento salarial que sea efectivo en el dos mil quince. La marcha fue detenida por agentes de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO), en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO). Solo una comitiva de maestros fue recibida por el Secretario de Transparencia, Marcos Rodríguez y por el Ministro de Educación, Carlos Canjura.

En el artículo “El Salvador. Veteranos de Guerra se movilizan en exigencia a sus demandas”, Mario Carranza menciona que veteranos de la Fuerza Armada se movilizaron para lograr que se apruebe una ley que les brinde beneficios sociales y económicos4. Opina que altos jefes militares y la oficialidad en general, fueron recompensados generosamente al finalizar la guerra civil. No así clases y soldados que lucharon defendiendo los intereses de los ricos y el Estado Burgués. Estos son mantenidos casi en el olvido. Para los veteranos, la situación que atraviesan resulta una ironía de la vida o una mala jugada del destino. Por eso los métodos de lucha popular, como las movilizaciones, son eficaces para lograr el cumplimiento de su demanda.

Las luchas estallaron por las duras condiciones de vida y de trabajo, pero para algunos ministros, como se aprecia arriba, la lucha de los gremios magisteriales, médicos, trabajadores del sector salud y veteranos, está siendo manipulada por la derecha.

LAS LUCHAS REIVINDICATIVAS EN LA PRECAMPAÑA

Y es que en una coyuntura electoral, las luchas reivindicativas suelen ser parte de la pre campaña proselitista y persuasiva de algún partido político. La pre campaña es parte de la campaña electoral. Su objetivo es promover la conciencia colectiva respondiendo a las necesidades de grupos o asociaciones, con la intención de modificar la imagen del partido y arrastrar a la acción a algunas personalidades representativas. Las acciones directas de la pre campaña son el discurso de propaganda, la explotación de las motivaciones de las categorías blanco y la explotación de acontecimientos. Es ésta última acción que se enmarca la campaña de desprestigio de la oposición al gobierno, con la intención de debilitar la imagen del partido oficial.   

Cesar Enrique Aguilar en su artículo “Tips de campaña” considera que en la democracia, grupos y actores políticos se encuentran en competencia por ocupar o conservar el poder5. La democracia se caracteriza por la celebración periódica de elecciones. Las campañas electorales son procesos de proselitismo y persuasión dirigidos a obtener votos. Las campañas electorales presentan cinco ejes. Primero: Conocimiento del elector, del terreno y del adversario. Segundo: Organización o estructura electoral que organiza a militantes y simpatizantes del partido y el candidato. Refiérase esto al trabajo proselitista y de persuasión política a los diversos núcleos sociales. Tercero: Comunicación que genere votos y quite votos al adversario. Lo que comprende diseñar, difundir y evaluar los mensajes proselitistas del partido y el candidato. Cuarto: Persuasión que se materializa en la seducción, sugestión y atracción de votantes leales, para que realicen un proselitismo dinámico en su núcleo de influencia. Y quinto: Movilización electoral a las urnas el día de las elecciones y obtener el sufragio a su favor. Los ejes necesitan estrategias como alcanzar los propósitos buscados, para que la campaña llegue a buen destino.

LA PSICOLOGIA POLÍTICA, ELEMENTO ESTRATÉGICO EN LA CAMPAÑA

La Psicología Política estudia la vida política, focalizando los procesos mentales del elector. Ilumina las zonas del cerebro activadas por los mensajes políticos y las campañas electorales. El cerebro humano es el campo de batalla de toda campaña electoral. Aplicar los conocimientos de la Psicología Política, es un elemento estratégico en la definición de una elección, así lo afirma Daniel Eskibel en su libro “Por que fracasan las campañas electorales (y por que triunfan)”6.

La derrota, dice, es el resultado normal de una campaña electoral. Todas las campañas electorales fracasan, menos una. Los malos candidatos no tienen como ganar, además, hay determinadas coyunturas imposibles de revertir.

Una campaña electoral tiene una estructura que organiza la acción. Comprende piezas de radio y televisión, jingles, discursos, debates, anuncios de prensa, noticias, cartelería, etc. En una campaña electoral no se puede hablar a la totalidad del electorado, hay que segmentar. Es decir, todo mensaje político tiene su destinatario a quien está destinada la comunicación. La estructura de la campaña electoral se basa en la comprensión de la psicología del votante. Para ganar votos, hay que entrar en el cerebro del votante. Y para entrar en el cerebro del votante, el mensaje político debe ser simple, fácil, directo y accesible. El primer examen decisivo de todo político es la primera impresión que tiene el electorado de él. Si el político no supera éste primer examen, todo será más complicado. Cuando quieres transmitir una idea, no hay nada mejor que contar una historia. A través de la narrativa se va logrando la máxima atención, comprensión, simpatía y recordación.

En el oficio de escribir hay tres momentos: la página en blanco, la pelea con el texto  y el momentum, que es cuando el texto comienza a fluir. Una campaña electoral tiene su momentum, cuando logra impulso, fluidez y potencia. La tarea crucial es construir ese momentum en una campaña electoral.

Tenemos tres cerebros operando juntos. La Corteza Cerebral, es la zona más evolucionada y es el cerebro humano. El Cerebro Medio, que es la base de las emociones y es el cerebro de los mamíferos. Y el Tronco Cerebral, que es donde se encuentran las jerarquías, la violencia, el dominio territorial, los rituales y la oscura vida psicológica y es el cerebro de los reptiles. Hay campañas electorales que trabajan como si el votante no tuviera cerebro o como si el votante tuviera un solo cerebro. Los mensajes racionales se olvidan de los otros dos cerebros agazapados en el votante.

Lo que activa el cerebro humano son los problemas. Para conectar con el elector, hay que conectar con sus problemas. Cuando el votante percibe que el candidato está conectado con su problema, está en el umbral del voto hacía ese candidato. Hay dos maneras de escuchar la mente de los votantes. En la primera, el político tiene que bajar, recorrer, preguntar, interesarse, observar y volver a preguntar. En la segunda, a través de la investigación de la opinión pública, entrevistas a profundidad, focus groups y otras herramientas técnicas. Algunos políticos creen que las encuestas sirven para gritar a los cuatro vientos que van primeros, que son los favoritos y que son los mejores. Pero, las encuestas son herramientas para corregir el diseño de una campaña electoral, calibrar ajustes y que el político sepa lo que piensa la gente.

El bandwagon, era el carro donde iba la banda musical en el circo, desfile o un espectáculo. “Subirse al carro”, es la actitud de quienes buscan solo asociarse con el éxito de otros. El efecto bandwagon, estado de ánimo colectivo de seguir la manada, es más proclive en determinados segmentos de votantes, principalmente aquellos menos informados y sin definición partidaria o ideológica.

El cerebro humano evita toda información que le genere conflictos internos. Por el contrario, tiende hacía toda información que refuerce su información previa. Es más simple escuchar a quien piensa como nosotros. Por eso, las personas tienden a rodearse de aquellos que piensan de manera similar. Elige fuentes de información próximas a sus ideas. Se queda con la información compatible con sus ideas y descarta la incompatible. Cada elector circula por su propio universo político-ideológico. Saber esto, es crucial para la campaña electoral.

La derrota es la ley general y todo político tendrá que enfrentarse a ella. El político derrotado profundiza su visión de la realidad, mejora como político, descubre nuevos aspectos de quienes lo rodean: del electorado, de sus competidores y de sí mismo.

Cuando el dinero es poco y la urgencia de ganar votos es grande, ¿Qué hay que hacer? Estudiar  la psicología del votante. Conocer las características de los candidatos con los cuales se compite. Hacer una planificación simple y clara de la campaña. Hacer una ejecución exacta del Plan Preestablecido.

Nadie vota por el hombre invisible. El candidato debe hacerse conocer, debe lograr notoriedad. Hay que asociar su nombre a un tema. Es equivocado anunciar una candidatura sin que nadie lo asocie con ningún tema o hablar de todos los temas. El votante asocia un nombre con un tema.

A los actos públicos van los que ya están convencidos. Pero, si se monta como un gran espectáculo mediático, el gran público que no va al acto lo ve por la televisión. Una campaña electoral no se juega en los medios de comunicación ni en la calle, sino, en el cerebro humano.

Las campañas adaptadas al votante del siglo veintiuno utilizan la Internet. La Internet es interacción. La campaña en Internet debe hacerse con la lógica de Internet.  Cuando el candidato es desconocido la campaña no solo debe presentar ideas, sino, mostrar la personalidad del candidato. La biografía debe de transformarse en narrativa, para ir acercando el candidato a la gente. La campaña debe ser una verdadera “cruzada” reformista. Energizar y movilizar a las bases. Usar la trípode de medios de comunicación: Internet, cartelera vía pública y televisión. El mensaje debe ser limpio, claro y contundente. Deben haber terceros que den su testimonio y lo certifiquen. El mensaje debe ser de esperanza, contrastando el futuro con el pasado.

  Si la campaña va bien, no hay por qué atacar al adversario, es mejor seguir adelante como vamos. Al atacar al adversario, hay que pensar en el efecto psicológico del ataque: ira o temor en filas del adversario y efecto sobre nuestro propio electorado. Al comienzo de la campaña, a través de las luchas gremiales, por ejemplo, un ataque al adversario puede desestabilizarlo igual que un ataque al final de la campaña, puede darle un golpe decisivo. Hay que elegir el momento con conciencia. Hay que encontrar una debilidad implícita en el adversario y apuntar ahí. El ataque al adversario debe ser de tal magnitud, que no haya replica posible. Ya que cuando se decide a atacar, hay que estar preparado para recibir un ataque similar.

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