@arpassv
Ha tomado posesión el nuevo presidente del Consejo Ejecutivo Nacional de ARENA (COENA), Mauricio Interiano. Y al asumir su cargo, el máximo dirigente arenero expresó que es “hora de cambiar” y de trabajar por “un mejor país”.
Si es así, se entendería que Interiano propone un cambio de actitud en ARENA. En tal sentido, es necesario plantearle algunas preguntas urgentes relacionadas con la estrategia opositora del partido oligárquico.
¿Renunciará ARENA a su plan de ahogar financieramente al gobierno? ¿Aprobará reformas para combatir eficientemente la evasión tributaria, la reforma de pensiones y préstamos necesarios para evitar la crisis económico-social que desean los sectores recalcitrantes de derecha?
¿Pedirá ARENA a los grandes empresarios que paguen los 1,500 millones de dólares anuales de evasión tributaria? ¿Sus diputados estarán dispuestos a revisar la veintena de leyes que permiten la elusión?
¿Devolverá ARENA los 10 millones donados por Taiwán para las víctimas de los terremotos de 2001 pero que fueron utilizados para pagar la campaña presidencial de 2004? ¿Y devolverá también los dineros robados o malversados en los casos FECEPE, Infocentros, ex boulevard Diego de Holguín, Hospital de Maternidad, etc.?
¿Dejará ARENA de chantajear a la izquierda gobernante con aprobar fondos públicos a cambio de nombrar a funcionarios afines en la PDDH, CNJ, Corte de Cuentas y Corte Suprema de Justicia? ¿Dejará de utilizar a la Sala Constitucional para desestabilizar y de instrumentalizar a ciertos sindicatos del sector público?
¿Abandonará ARENA su perspectiva privatizadora del agua y aprobará una ley general que garantice el acceso al vital líquido como derecho humano, su gestión pública y su protección?
¿Apoyará ARENA los esfuerzos contra la violencia e inseguridad? ¿Cesarán las campañas de sus grandes medios de comunicación (Diario de Hoy, Prensa Gráfica, TCS) que buscan posicionar en el imaginario colectivo percepciones distorsionadas de la realidad?
Sólo respuestas positivas a estas preguntas, y las acciones concretas correspondientes, serían señal inequívoca de un “cambio” de actitud y de voluntad para trabajar por un “mejor país”.
La dirigencia de ARENA y las élites oligárquicas que la patrocinan deben reflexionar, cambiar de actitud y ser concientes de que un país más incluyente beneficia a todos, incluidos los grupos empresariales que tendrían mejores condiciones para sus negocios.