Diario Co Latino 134 años comprometido con usted
Artículos relacionados
Rosario Rivas
Colaboradora Cultura
Preservar en la memoria el legado literario de la escritora y maestra Maura Echeverría, quien ha dado un gran aporte a la literatura infantil del país, fue uno de los objetivos que tuvo la reciente premiación del Tercer Certamen de Literatura Infantil Salvadoreña.
Denominado con el nombre de Maura Echeverría, este certamen fue impulsado por el Ministerio de Educación a través de la Dirección Nacional de Educación de Primera Infancia.
Entre los objetivos de esta premiación es el reconocer el aporte que hacen los escritores a la literatura infantil.
La convocatoria para este concurso fue lanzada en septiembre de 2019 y la recepción de obras cerró el 31 de octubre de 2019. Se recibieron 78 obras literarias: 28 obras poéticas, 42 narrativas y 8 teatrales.
Las autoridades del MINED afirmaron que este reconocimiento abre la posibilidad de que los niños y jóvenes se interesen más por el arte y la cultura, que tiene un valor muy grande.
Maura Echeverría felicitó a los participantes diciéndoles que no solo los que han triunfado merecen ser felicitados, sino a todos los que participaron, porque todos han puesto algo especial para homenajear a la niñez salvadoreña.
“Yo me siento honrada con que este certamen lleve mi nombre, lo agradezco profundamente», señaló.
En este certamen el género poesía se enfocó -principalmente- a los primeros dos años de vida de las niñas y los niños, la literatura fue dirigida hacia esa población, por lo que se estableció en las bases de competencia la escritura de nanas, cancioncillas y canciones de cuna.
Las ganadoras en el género poesía fueron: Jennifer Valiente, con el poemario «Cantos de Sol y Luna», y Metzi Tahuil Rosales Castro, con el poemario «Canciones de cuna y cancioncillas». Las menciones honoríficas para este género fueron para Alberto José Pocasangre Velasco, con «Cancioncillas y nanas», y Alexander Antonio Hernández Sánchez, con «Del arcoíris te haré una pijama».
En narrativa, los ganadores fueron: Rudy Anthony Ramos Sosa, con el cuento «El perico Tito Garabancito», y Ramiro de Jesús Chámul Quiñónez, quien escribió el cuento «La Gotita Saltarina».
En esta ocasión se otorgaron cuatro menciones honoríficas (en narrativa) para: Alberto José Pocasangre Velasco, con «El burrito que no servía para nada»; Cristina Alvarado Castillo, con el cuento «En el mercado»; Krisma Mancía escribió «Un canario», y María Cristina Durán Grande presentó «Los Botones Blancos».
En el género teatro, el ganador se declaró desierto, solamente se entregó una mención honorífica a Alberto José Pocasangre Velasco por la obra «¿Qué le pasa a la princesa?». Este escritor obtuvo mención honorífica en los tres géneros literarios.
Jennifer Valiente, una de las ganadoras señaló que «es una gran alegría (…) me parece importante que se vaya tomando en cuenta la lectura para los más pequeños, que vayamos involucrando a los padres, a los adultos, porque el libro nos llega a través de los padres, de los cuidadores, de los maestros que nos entusiasman (…) si logramos establecer ese vínculo afectivo con el libro, desde una edad temprana, podemos tener un paso más cerca el hecho de cultivar futuros lectores (…)». Es de reconocer que en cada edición de este certamen, se selecciona una institución educativa nombrada con un escritor o escritora salvadoreña, y se le otorga una biblioteca creativa para la sección de parvularia. Para esta edición, se eligió al Centro Escolar Roque Dalton del municipio de Aguilares, San Salvador, informaron las autoridades del MINED.
El jurado calificador estuvo compuesto por las escritoras Silvia Elena Regalado y Lorena Juárez Saavedra, y el escritor Edenilson Rivera.
