Premio al labor

PALABRAS DE RENÁN ALCIDES ORELLANA,
EN ACTO EN EL QUE EL CENTRO CULTURAL SALVADOREÑO AMERICANO LE OTORGÓ EL
PREMIO DE CULTURA
«LIC. ANTONIA PORTILLO DE GALINDO
2016/2017. PERIODISMO CULTURAL».
SAN SALVADOR, 2O DE OCTUBRE DE 2017.

Señoras, señores
Permítaseme, ante todo, expresar mi especial agradecimiento a las autoridades de este Centro y a las Organizaciones Culturales y Educativas que propusieron mi nombre, por honrarme con el Premio de Cultura «Lic. Antonia Portillo de Galindo 2016-2017», en reconocimiento a mi trayectoria como periodista y escritor. Este gran honor, si bien constituye satisfacción plena y regocijo personal y profesional, constituye también el compromiso de seguir promoviendo la cultura, en todas sus manifestaciones.
También, estas palabras estarían incompletas sin la mención obligada de un nombre. El nombre, precisamente, de la persona en cuyo honor se ha instituido este premio: Lic. Antonia Portillo de Galindo. Y es que ese nombre me viene desde casi toda una vida. Y estos fueron algunos encuentros:
A mediados de la década 1940, a mis nueve años de edad, mientras estudiaba 4º. Grado en mi pueblo natal Villa El Rosario, Morazán, contesté una invitación a los escolares del país y mi carta y un poemita me fueron publicados en la página «El Mundo de los niños», del semanario capitalino El Magazine a cargo de la escritora Dinorah Gil. Con el tiempo supe que Dinorah Gil era el pseudónimo de la Lic. Portillo de Galindo.
A finales de la década 1950, el nombre era familiar allá en nuestra casa del pueblito, porque mi hermana Hilda, aquí presente, así como quien ahora es mi esposa, Leticia, también aquí presente, eran alumnas de la Escuela Normal España, dirigida entonces por la Lic. Portillo de Galindo.
A principios de la década 1960, tuve la suerte de ser compañero de aula de la Lic. Antonia Portillo de Galindo, mientras ambos estudiábamos la carrera de Letras, en la Universidad de El Salvador.
En la década 1970, su hija, Arq. Martha Ivón Galindo, fundó una sala expositiva llamada Galindocrea y yo en mis andares culturales, publiqué uno o dos artículos comentando aquella novedad. Recuerdo que la Lic. Portillo de Galindo me llamó para agradecerlo.
Años después, la frecuenté varias veces en su despacho del Ministerio de Educación, en busca de opiniones o noticias periodísticas… hasta que un día, ya no pude verla más…
He comentado lo anterior, porque lo considero un recuerdo muy especial, en esta para mi memorable fecha. En un país donde impera un sistema sordomudo literario y de poco interés por las artes en general, estos eventos y estas distinciones son como vivificante oasis, en el desierto de nuestra cultura.
En cuanto a mi labor periodístico-literaria sería extenso enumerarla, por el paso de tantos años y la amplitud de mis distintas expresiones, promoviendo la cultura nacional. Y, además, como testimonio viviente, ahí están mis libros, mis columnas, mis artículos y el record de mi trabajo en los distintos medios de comunicación social.

Por eso, finalizo reiterando con mucha emoción mi agradecimiento a este importante Centro de la Cultura; a las organizaciones que propusieron mi nombre: Solidaridad de Maestras Salvadoreñas; Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP); Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) y otras; a los miembros del jurado, por la decisión conjunta de otorgarme este importante Premio de Cultura, «Lic. Antonia Portillo de Galindo 2016-2017», que comparto y dedico a mi querida familia y a mi pueblo natal, Villa El Rosario, porque allá comenzó esta sublime aventura de amar al periodismo y la literatura.
Este reconocimiento, estimados amigos, constituye un compromiso y un estímulo personal y profesional, para eterna memoria.

Muchas Gracias.

 

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