Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Este día, nos sentimos comprometidos y orgullosos de este emblemático premio. Sufrimos en el pasado y ahora la misma opresión militar que vivió Chile y toda la región hace unas décadas bajo dictaduras militares”, dijo en su discurso de aceptación del premio internacional “Letelier-Moffitt Human Rights Awards”, Alejandro Díaz, abogado de Tutela Legal “Dra. María Julia Hernández”.
El galardón, Letelier-Moffit Human Rights Awards celebró este 12 de octubre, su 47o Edición de los reconocimientos que otorga anualmente desde el año 1978, por el Institute for Policy Studies, que se le concede a aquellas personas o instituciones que defienden la causa de los derechos humanos en América.
La distinción del “Letelier-Moffitt Human Rights Awards” reitera el honor a la memoria de Orlando Letelier del Solar (1932-1976), abogado chileno, con una destacada trayectoria en el ámbito nacional e internacional. Y uno de los colaboradores más estrechos del presidente Salvador Allende Gossens.
Letelier, posteriormente fue una de las voces más importantes de los grupos de oposición en el extranjero contra la dictadura militar de Augusto Pinochet. El abogado sufrió un atentado terrorista de un coche bomba, que acabó con su vida y la de su secretaria y colaboradora Ronni Karpen Moffitt.
El reconocimiento de Derechos Humanos, otorgado a Tutela Legal “Dra. María Julia Hernández”, reconoció su legado en el trabajo de defensa de víctimas y su histórico acompañamiento durante el conflicto armado de los años ochenta. Desde su fundación por Monseñor Oscar Arnulfo Romero y que dirigió la Dra. María Julia Hernández, hasta su muerte el 30 de marzo de 2007.
“Este día nos sentimos comprometidos y orgullosos de este emblemático premio. La historia de los pueblos es un patrimonio invaluable para no olvidar la memoria. Y en El Salvador, a través de los funcionarios actuales del gobierno, quieren destruir y desaparecer este patrimonio”, afirmó.
“Existe un negacionismo de la historia con frases hechas como -El Salvador es un nuevo país- o -el renacer de El Salvador-. Situación muy distinta, pero mediáticamente ha causado efecto en muchos compatriotas que tienen aún esperanzas de cambios”, agregó.
Alejandro Díaz reiteró que con estas acciones gubernamentales el actual gobierno quiere “legitimar la violación a derechos humanos”, así como tambien las acciones para el rompimiento democrático, que queda en evidenciado como las últimas acciones de las próximas elecciones generales en el 2024.
“Y así, sin respetar la Constitución, con permisividad y opiniones ambiguas de algunos gobiernos del mundo y organizaciones internacionales, que se muestran cautas todavía, o discretas al dar su opinión de este experimento populista que hay en El Salvador”, reafirmó.
“En estos momentos actuales no está en juego solo lo electoral o la democracia, está en juego la memoria, la historia, el legado de sangre de muchas personas y figuras como Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Nuestro San Romero, que lucharon por los derechos humanos y señalando la necesidad de cambios urgentes y profundos en nuestro país desde el 14 de octubre de 1979”, reseñó Díaz.
Alejandro Díaz reafirmó el compromiso de seguir apoyando lo humano, lo justo y solidario como organización de derechos humanos, que “sin el apoyo intencional no estarían acompañando y defendiendo a miles de vitctimas” , como actualmente atienden a cientos de familias afectados por el régimen al elevar sus voces por justicia y devolverles una parte de la esperanza.
“Ahora se capturan familiares, hijos, hermanos de víctimas de civiles del conflicto armado por el solo hecho de ser jóvenes o vivir en lugares populares. También se persiguen líderes comunitarios y defensores como los compañeros de Santa Marta”, acotó.
Asimismo, señaló que seguirán trabajando por la centralidad de las víctimas, por la creación de programas y leyes para estas, reconociendo que en El Salvador, siempre han ido en contra de esta población al revictimizar las o instrumentalizando la política en los casos de crímenes de guerra y lesa humanidad.