Caralvá
Fundador
Suplemento Tres mil
Continuando los motivos de Hitler contra los judíos del siglo pasado, algún elemento nos recuerda la criminalización de los emigrantes en Estados Unidos en el Siglo XXI.
Daniel Jonah Goldhgen en su libro Los verdugos voluntarios de Hitler: los alemanes corrientes y el holocausto. – México: Santillana, 2005; refiere los elementos que generan el odio contra las minorías; si en aquellos momentos los judíos son el mal del mundo, en este momento los emigrantes en Estados Unidos parecen heredar ese estigma de parte de una política equivocada de la actual administración.
La prensa alemana con sus medios de propaganda tenía por objetivos los siguientes elementos: 1 agresión verbal, 2 agresión física, 3 medidas legales y administrativas para aislar a los judíos de quienes no lo eran, 4 Obligar a emigrar, 5 Deportación forzada y “nuevo establecimiento”, 6 Separación en guetos, 7 Matar por medio del hambre, la debilidad y las enfermedades (antes del programa genocida formal), 8 Trabajo esclavo como alternativa de la muerte, 9 Genocidio, principalmente por medio de fusilamientos en masa, 10 Marchas de la muerte… pág 183; aunque parece exagerado en nuestro tiempo, aquello sucedió y las palabras no alcanzan para describir la horrorosa realidad que vivieron los judíos cuando les aplicaron esas medidas nazis, es sorprendente que un pueblo culto como el alemán aceptó aquellas acciones como acciones naturales, debido al fanatismo, el temor o simplemente creían que los judíos eran el mal del mundo, el error fundamental de aquellos alemanes nazis era creer que los judíos no eran alemanes por su opción de creencias, pero en realidad eran alemanes por muchas generaciones y no eran bajo ninguna circunstancia agentes de un pueblo enemigo, eran la propia sangre alemana con diferente apellido… Hitler logró sembrar la mentira en la mentalidad alemana que “todo el mal del mundo provenía del pueblo hebreo”, bajo argumento arcaicos, fanáticos y superficiales.
Una muestra del odio de la SS en su Editorial Nazi: “Sin embargo, que nadie imagine que nos quedaremos de cruzados de brazos, limitándonos a observar el proceso. El pueblo alemán no se inclina lo más mínimo a tolerar en su país la presencia de centenares de millares de delincuentes, que no sólo aseguran su existencia por medio del delito, sino que también quieren vengarse… Esos centenares de millares de judíos empobrecidos (serían) un semillero de bolcheviques y una colección de elementos infrahumanos políticamente criminales… En semejante situación, nos veríamos enfrentados a la dura necesidad de exterminar al infrahumano judío de la misma manera que, bajo nuestro gobierno de ley y orden, estamos acostumbrados a exterminar a cualesquiera otros criminales… es decir, por medio del fuego y la espada. El resultado sería el fin definitivo de los judíos en Alemania, su aniquilación absoluta… pág 190
Tal era la muestra de aquél odio mortal contra las minorías en Alemania.
La historia demuestra que muchos gobiernos recurren a inculpar a las minorías inocentes del mal que sufre la nación, al criminalizarles los identifica como seres que se deben perseguir, deportar y esa violencia implícita es parte de un discurso filonazi, de ahí la preocupación mundial por millones de emigrantes en Estados Unidos en la actual administración.