Pekín / AFP
Ludovic Ehret / Helen Roxburgh / Laurent Thomet
Más de 200 personas murieron en las últimas 24 horas en China y se registraron 15.000 nuevos casos de infectados por el nuevo coronavirus debido a una modificación en el método de contabilizar a los enfermos, lo cual multiplicó la preocupación mundial ante la magnitud de esta epidemia.
Sin embargo, este incremento del número de nuevos casos «no representa un cambio significativo de la trayectoria del brote», estimó en Ginebra Michael Ryan, jefe de departamento de urgencias sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«El aumento que se ha visto en las últimas 24 horas se debe, en gran parte, al cambio en cómo se contabilizan los casos», agregó ante la prensa.
En Vietnam, fronterizo con el gigante asiático, una ciudad de 10.000 personas cercana a Hanói fue puesta en cuarentena debido al COVID-19.
Y en Japón, una mujer de unos 80 años infectada con el nuevo coronavirus murió, con lo que el número de fallecidos fuera de China continental llega a tres, tras sendos decesos en Hong Kong y Filipinas.
Las autoridades chinas han anunciado que tan solo en un día 254 personas han muerto debido a esta epidemia y se han registrado 15.152 casos de infección adicionales. Es el balance diario más funesto desde que brotó el virus en diciembre.
Un total de 1.367 personas han fallecido en China continental y oficialmente otras 60.000 han sido contagiadas desde el inicio de la epidemia. Hubei concentra la mayoría de casos, con 14.840, y de muertos adicionales, con 242.
– «Medida pragmática» –
El impresionante aumento del número de infectados se debe a una modificación en la forma de contabilizar a los pacientes, que amplía la noción de casos positivos.
A partir de ahora las autoridades chinas incluirán en el balance de contagiados a todos los pacientes cuya radiografía pulmonar muestre señales de neumonía, sin esperar a la prueba de ácido nucleico que hasta el momento era indispensable para confirmar el diagnóstico.
Sin embargo, este test es más lento y laborioso y exige equipos que no siempre están disponibles, lo cual retrasaba el tratamiento del paciente.
Según la Comisión de Salud de Hubei, el nuevo método permitirá que los pacientes sean atendidos «lo antes posible».
Kentaro Iwata, profesor de la Universidad de Kobe (Japón) y experto en enfermedades infecciosas, calificó de «comprensible» el cambio de metodología.
Para Yun Jiang, especialista de China en la Universidad Nacional de Australia, se trata de una «medida pragmática» ante la carencia o el retraso de métodos de detección más precisos.
– Dirigentes destituidos –
Sin embargo, el aumento de los casos y la modificación de los criterios médicos hizo aumentar el miedo a que la magnitud de la epidemia se haya subestimado.
El jueves, dos dirigentes del Partido Comunista Chino (PCC) en Hubei, provincia del centro del país cuya capital es Wuhan, ciudad donde brotó esta epidemia, fueron destituidos.
Uno de ellos es el principal responsable del PCC en Hubei, Jiang Chaoliang, que fue reemplazado por el alcalde de Shanghái, Ying Yong, dirigente cercano al presidente chino Xi Jinping.
A las autoridades chinas, sobre todo a las de esta región, se les reprocha una mala gestión de la crisis en especial cuando surgieron los primeros casos.
El descontento popular se transformó en clamor tras la muerte, el 7 de febrero, del médico de Wuhan, Li Wenliang, de 34 años, que murió debido al nuevo coronavirus y fue uno de los primeros doctores en alertar del peligro que representaba la enfermedad. Sin embargo, sufrió una reprimenda oficial por divulgar «rumores».
– Temor mundial –
Durante una reunión el jueves en Bruselas, los ministros europeos de salud abogaron por mayor coordinación entre países del bloque y alertaron de posibles problemas de aprovisionamiento de medicamentos y de equipos de protección.
«Todos los Estados miembro tienen un plan de acción y un buen nivel de preparación», lanzó la comisaria de Salud, Stella Kyriakides. También aseguró que «hasta el momento no se señaló escasez de medicamentos». China es un importante productor de principios activos, necesarios para la fabricación de medicamentos.
En este momento, China mantiene a 56 millones de personas en una gigantesca cuarentena en Hubei y restringe los movimientos de varios millones más en diversas ciudades.
Fuera de China, se confirmaron más de 500 casos de contagio en 30 países. Hasta el momento no se han registrado casos en América Latina y África.
Un crucero estadounidense, al que se le prohibió atracar en cinco puertos asiáticos por temor al nuevo coronavirus, llegó este jueves a Camboya, donde sus 1.455 pasajeros podrán finalmente desembarcar.
En cambio en Japón, la situación sigue siendo tensa a bordo del crucero «Diamond Princess», en cuarentena cerca de Yokohama (este): 218 personas están contaminadas, y se anunciaron 44 nuevos casos el jueves.