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La Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (FUNDAUNGO) y la Oficina de la OIT para América Central dieron a conocer el análisis de los desafíos del actual sistema de pensiones en El Salvador, a fin de proporcionar insumos técnicos a los diferentes actores sociales sobre la reforma de 2017.
Helmunt Schwarzer, especialista principal de Protección Social de la OIT, consideró importante el Convenio 102 como norma internacional del trabajo en el tema de seguridad social, el cual plantea que los sistemas de pensiones deberían buscar cumplir, por un lado la sostenibilidad, y por el otro propiciar pensiones suficientes y adecuadas, para que tanto el ingreso de las personas en la vejez sea bien reemplazado como evitar la pobreza cuando las personas ya no puedan trabajar.
“El proceso de diálogo social es una herramienta fundamental para que se construya el consenso a un sistema de pensiones, ya que un sistema real de seguridad social está basado en un impacto social, es decir, un acuerdo de los diferentes sectores de la sociedad y de las diferentes generaciones, porque una generación paga por las pensiones de otras generaciones”, afirmó Schwarzer.
Según FUNDAUNGO, el sistema actual de pensiones a pesar que permite a las personas cotizar de manera independiente, es decir, pagando la cuota que corresponde a empleador y empleado, no es atractiva o muy viable para los trabajadores del sector informal. La pensión a recibir dependerá del total ahorrado por el trabajador durante su vida laboral, por lo cual, es importante que el sistema garantice una rentabilidad alta a los fondos ahorrados.
