Ciudad Vaticano/Prensa Latina
El papa Francisco presidió este domingo la misa del Domingo de Ramos, en la Plaza San Pedro del Vaticano, un día después de abandonar el hospital Gemelli, de Roma, donde permaneció ingresado desde el miércoles debido a una bronquitis. De acuerdo con una nota publicada en el sitio oficial de la oficina de prensa de la Santa Sede, en esa ceremonia litúrgica que abre las celebraciones de la Semana Santa, la cual dio comienzo a las 10:00 hora local, el Sumo Pontífice pronunció una homilía, en la que habló sobre la “cercanía, compasión y ternura” hacia los más necesitados.
“Yo también necesito que Jesús me acaricie, que se acerque a mí, y por eso voy a buscarlo en los abandonados, en los solitarios”, dijo Francisco ante una multitud de más de 30 mil personas que acudieron a acompañarlo y a patentizarle con su presencia el regocijo por su pronta recuperación.
El Obispo de Roma se refirió a que «hay pueblos enteros explotados y abandonados a su suerte, hay pobres que viven en las encrucijadas de nuestras calles y con cuyos ojos no tenemos el coraje de cruzarnos, hay migrantes que ya no son rostros sino números, hay reclusos rechazados, gente catalogada como problema». Habló sobre los «Cristos abandonados invisibles, escondidos, que son descartados con guantes blancos”, como «los niños no nacidos, ancianos dejados solos, que pueden ser tu padre, tu madre, tu abuelo y tu abuela abandonada en geriatría”, pues “no se visita a los enfermos, se ignora a los discapacitados”.
También se refirió a los “jóvenes que sienten un gran vacío interior sin que nadie escuche realmente su grito de dolor y que no encuentran otro camino que el suicidio”.
“Nadie puede ser marginado, nadie puede ser abandonado a sí mismo”, enfatizó el Papa.
Luego de la homilía del Santo Padre, la misa en la Plaza de San Pedro continuó con el cardenal Leonardo Sandri, como estaba previsto durante la segunda parte de la misma, en la llamada liturgia eucarística.
Posteriormente, durante el rezo del Ángelus, el papa Francisco saludó los presentes “especialmente a los que han venido de lejos”.
«Hermanos y hermanas, con esta celebración hemos entrado en la Semana Santa», manifestó, y añadió que “les agradezco la participación y también sus oraciones, que han intensificado en los últimos días. ¡Muchas gracias!».