LIMA/Xinhua
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, propuso este viernes firmar un “pacto de reconciliación” para lograr la paz del país, que en los últimos días ha registrado nuevas movilizaciones sociales que mantienen como exigencia su renuncia y el cierre del Congreso.
“Tiendo mi mano y propongo firmar un pacto de reconciliación, un pacto por la vida, por la paz, por la justicia, por la igualdad”, dijo la mandataria desde el Congreso, durante su mensaje a la nación con motivo de la celebración de las Fiestas Patrias.
Boluarte, quien asumió el mando el pasado 7 de diciembre tras la destitución de Pedro Castillo (2021-2022), anunció que su administración relanzará el foro Acuerdo Nacional, con el fin de incorporar a “todos los actores sociales” para dialogar sobre las “reformas pendientes” en el país.
La presidenta consideró necesario avanzar en el proceso de diálogo en un momento en que organizaciones sociales y sindicales han convocado a nuevas movilizaciones para este viernes y los próximos días en diferentes partes del país, entre ellas el centro de Lima.
El pasado 19 de julio el centro histórico de la capital fue el epicentro de “la tercera toma de Lima”, una movilización antigubernamental donde se registraron nuevos enfrentamientos entre policías y manifestantes a pocos metros del Parlamento.
De esa manera, la oposición retomó la convocatoria de protestas que azotaron a la nación andina de diciembre a marzo último y que dejaron 61 civiles y siete efectivos de las fuerzas del orden muertos, según los registros de la Defensoría del Pueblo.
“Con profunda y dolorosa consternación pido perdón en nombre del Estado a los deudos de todos los fallecidos, civiles, policías y militares, y también a los heridos”, dijo Boluarte al reiterar que cumplirá con las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la materia.
No obstante, aseguró que los fallecidos y heridos fueron producto de una “grave convulsión social” que derivó del intento de “golpe de Estado” de parte de Castillo al querer disolver el Congreso y que, a su juicio, tuvo como objetivo “derribar al nuevo Gobierno y reemplazar la democracia por una dictadura”.
“El plan estuvo claramente dirigido a dañar o destruir valiosos activos críticos, como aeropuertos, puentes, carreteras, comisarías”, para aislar a importantes regiones del sur, recordó, al tiempo que precisó que esas acciones dejaron daños valorados en 5.500 millones de soles (unos 1.532 millones de dólares).