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Bogotá/AFP
Con la concreción de varios compromisos gubernamentales adoptados en diversas ramas de la economía, viagra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, terminó una visita oficial de dos días a Colombia, caracterizada por un amplio diálogo y manifiesto entendimiento.
Durante su estancia en esta capital, acompañada por una delegación de alto nivel del gobierno y de un grupo de empresarios, la mandataria presenció, junto al presidente Juan Manuel Santos en la Casa de Nariño, la firma de siete acuerdos en distintas ramas de trascendencia para la colaboración binacional.
Los compromisos fueron rubricados en las áreas de comercio y la inversión, agricultura, educación, ciencia e innovación, medio ambiente, seguridad y programas de beneficio para los habitantes de la frontera común, que tiene una extensión de mil 645 kilómetros.
Dentro del intercambio bilateral, se abordaron a su vez los nexos en los sectores petrolero, bancario, de la construcción, acero y la adquisición por parte de Bogotá de autos ensamblados en Brasil. En cuanto a las inversiones colombianas en el gigante sudamericano destaca además el sector energético.
Las partes otorgaron gran relevancia además a los tópicos de la integración, las acciones en favor de la biodiversidad y al hecho de que el comercio en las dos vías ascendía hace 15 años a 750 millones de dólares y hoy se encuentra en cuatro mil millones, aproximadamente.
De la misma manera, el tema de la paz estuvo en el centro del diálogo colombo-brasileño al más alto nivel. La visitante expresó que Brasilia tiene un interés enorme por apoyar a Bogotá con acciones concretas que impulsen el proceso de paz de la nación andina.
Sobre ello, Santos le respondió que agradece sobremanera la disposición de la nación vecina a cooperar, no solo en los esfuerzos por alcanzar la paz, sino también en la implantación de las medidas que serán necesarias adoptar en la etapa del posconflicto.
También ambos gobernantes participaron en la clausura del Foro Empresarial binacional que sesionó durante el viernes en Bogotá, donde fueron resaltadas las posibilidades de cooperación de ambos países en la agricultura familiar y la agroindustria, sin descuidar la protección del medio ambiente.
Tras su permanencia en el encuentro mercantil efectuado en la sede de la Cámara de Comercio y antes de retornar en la noche a su país, Rousseff se reunió asimismo con líderes del Senado de la República, la Cámara de Representantes y de la Corte Suprema de Justicia de la nación.
No obstante su breve estancia aquí, la estadista brasileña, acompañada de la canciller colombiana, María Ángela Holguín, visitó la antigua Quinta del Libertador Simón Bolívar -hoy museo-, después que fue condecorada por Santos con la Orden de Boyacá, la más Alta distinción que otorga el Estado colombiano.
