Por Isaac Bigio,
Analista Internacional
Jeanine Añez, la Presidenta de facto de Bolivia acaba de aceptar el triunfo de Luis Arce en primera vuelta en las elecciones generales del domingo 18 de octubre lo cual abre el camino para que el MAS retorne al poder tras haber estado un año en la oposición y 14 años previos en el gobierno. La corte electoral viene demorando dar resultados finales mientras que la derecha ya no va a querer negar dicha victoria sino evitar que el MAS pueda terminar acaparando mas diputados y senadores y el poder controlar 2/3 del congreso.
El MAS ha conseguido un triunfo superior al que tuvo hace 12 meses logrando uno de los mayores márgenes en una primera vuelta en los últimos años en toda Sudamérica (entre el 52% y 53% de votos y 21 puntos sobre el principal rival). El MAS ha superado el 60% de los votos en 4 de los 5 departamentos de las tierras altas de Occidente donde se concentra la mayor parte de los hablantes del quechua y del aymara (La Paz, Oruro, Cochabamba y Potosí) y ha ganado con menos del 50% en Pando (el mas chico y desconectado de los 9 departamentos de Bolivia).Carlos Mesa ha ganado en Chuquisaca, Tarija y Beni, mientras que Camacho ha triunfado con casi la mitad de los votos en el departamento mas rico y con la ciudad mas poblada (Santa Cruz). Si bien el MAS puede ufanarse de haber sacado mas de 21 puntos de ventaja a Mesa les queda el problema de tener que enfrentarse a unos opositores que en esos mismos departamentos crearon anteriormente movimientos de masas en su contra.
Paso a reproducir lo que escribí apenas se conocieron los primeros resultados antes de que la mandataria reconociera la amplia victoria del MAS. Ella, quien no quiso que Morales pudiese retornar a Bolivia y quien le quiso incriminar a él y a numerosos dirigentes del MAS por sediciosos y terroristas, que puso el peso del aparato del estado a perseguir y querer proscribir al MAS, y quien inicialmente afirmó que iba a derrotar al MAS en las urnas, se ha visto obligada a publicar un twit conciliador donde alaba al MAS como una forma de buscar un acuerdo nacional, evitar una explosion social y entrar en negociaciones para abrir paso a un proceso transitorio em el cual ella busque que el nuevo ejecutivo no se muestre tan duro contra ella y sus ministros.
La victoria del MAS va a alentar el triunfo del «socialismo del siglo XXI» en las parlamentarias de Venezuela de diciembre y en las generales del Ecuador de febrero. Va a contribuir a golpear a los presidentes de los dos mayores países americanos (Donald Trump de EEUU y Jair Bolsonaro del Brasil), quienes patrocinaron a que las fuerzas armadas y policiales demanden la renuncia de Evo Morales en noviembre pasado.
LA VICTORIA.
Según un conteo al 95% de los votos da como amplio ganador en las elecciones generales de Bolivia al Movimiento Al Socialismo (MAS). De acuerdo a cifras de UNITEL, un canal de TV que no es partidario del MAS y que se encuentra centrado en Santa Cruz, la ciudad que ha sido el reducto de los principales opositores a dicho partido, estos son los resultados:
Luis Arce (candidato del MAS y ex ministro de economía de Evo Morales) gana con el 52.4% de los votos.
Carlos Mesa de Comunidad Ciudadana: 31.5%.
Luis Fernando Camacho de Creemos: 14.1%.
Chi Hyun Chung: 1.6%
Feliciano Mamani: 0.4%.
Mesa fue Presidente de Bolivia en 2003-2005 donde mantuvo el modelo monetarista y neoliberal y Camacho fue el portavoz de los sectores más derechistas y clericales para derrocar a Morales en octubre y noviembre pasados. El pastor coreano Chi ha sido otro conservador que emulaba al peruano Fujimori. Mamani es un cooperativista minero.
Es de notar que la actual Presidenta Jeanine Añez retira su candidatura poco antes de los comicios (en los que aseguraba que iba a vencer), al igual que lo hicieron el ex presidente Tuto Quiroga y la candidata del partido del anterior dictador Hugo Banzer. El argumento que ambos sostuvieron fue para no dispersar y dividir el voto contra el MAS.
COMPARACIONES
Pese a ello, de acuerdo a esos datos, se ha impuesto el MAS con un porcentaje mayor al 47.08% que este obtuvo hace 12 meses cuando postuló a Evo Morales por un cuarto mandato consecutivo. En dichos comicios que se dieron el 20 de octubre del 2019 las cifras oficiales le dieron una ventaja de unos 10 puntos y medio sobre su siguiente rival Carlos Mesa quien obtuvo el 36.51%. Entonces dichos resultados fueron impugnados por todos los opositores conduciendo a grandes protestas urbanas encabezadas por comités cívicos y gremios empresariales y apoyadas por las comisarías policiales que se amotinaron y por la comandancia general de las FFAA que abiertamente pide la dimisión de Morales.
De acuerdo a la constitución boliviana se gana en primera vuelta si el triunfador supera el 50% de los votos o más del 40% de estos pero con una diferencia mayor a la de 10 puntos sobre su contrincante mas inmediato. Conforme a esos resultados oficiales Morales calificaba para continuar en palacio, pero la OEA decidió incentivar su caída aduciendo fraude, algo que luego fue cuestionado por varios institutos serios independientes de los propios EEUU.
Las cifras proyectadas por UNITEL han sido recogidas por la BBC, la CNN, la agencia Reuters y la mayor parte de los principales medios internacionales. A estas alturas resulta dificil tratar de querer negar la realidad y aducir un fraude a favor del MAS, pues este partido ha estado en la oposición, ha querido ser proscrito por el actual gobierno y ha tenido decenas de muertos y detenidos por parte de la Presidenta Añez. Ademas, el MAS habría crecido al menos un 5% de votos por encima de las pasadas elecciones y hubiese duplicado su margen de diferencia. Es necesario aclarar que los principales sectores que apoyan al MAS se encuentran en las aldeas rurales y dentro de los bolivianos del exterior, los cuales son los últimos lugares en entregar sus cómputos.
Para el MAS el actual gobierno es uno de facto, pues la actual mandatario no fue electa por los ciudadanos o por el Congreso. Mientras los socialistas aducen que padecen una dictadura racista y corrupta que ha sido pescada por negociar con las donaciones contra el COVID-19, el gobierno quiso proscribir al MAS y hasta quiso enjuiciar a Morales (quién no ha podido retornar a Bolivia) o a varios masistas por «terrorismo».
EVITAR CRISIS
Posibles intentos de desconocer o alterar esos resultados puede conducir a fuertes movimientos sociales que puedan desbordar y que conduzcan a un levantamiento nacional. Hay que recordar que en Abril 1952 Bolivia tuvo una revolución en la que los trabajadores desarmaron a las FFAA y Policiales y que dio paso a la agenda de nacionalizaciones y de reforma agraria más radical que hasta entonces hubiese tenido Latinoamérica.
Arce ha mostrado su disposición a «perdonar» y no a «vengarse» de los uniformados que persiguieron al MAS, aunque muchos de sus partidarios van a querer «hacer justicia» pronto, buscando llegar a una salida negociada.
Si se reconoce el triunfo de Arce en primera vuelta se hace innecesario ir a un balotaje y se crea un nuevo escenario en el continente. El MAS debiera gobernar durante el quinquenio 2021-26 haciendo que durante 2 décadas Bolivia quede bajo su control (salvo el interregno derechista que fue responsable de revitalizar como partidos de masas en la oposición).
CONSECUENCIAS
El triunfo del MAS en Bolivia es un aliciente para sus partidarios del «socialismo del siglo XXI» en las parlamentarias de Venezuela de diciembre y de Ecuador de febrero 2021. Ha de ser un aliciente para que la izquierda peruana se una o trate de disputar las presidenciales de abril 2021.
Bolivia va a poder volver a la Alternativa Bolivariana de Nuestra América junto con Cuba, Nicaragua, Venezuela y algunas Antillas, tratar de revitalizar la casi fenecida UNASUR y crear un eje de gobiernos nacionalistas que incluya a los del ALBA y a las dos naciones hispanoamericanas con mayor superficie (México y Argentina). La propia OEA no ha de quedar bien parada pies ha aparecido interfiriendo en asuntos internos de Bolivia y Venezuela para derrocar a sus respectivos gobiernos «socialistas».
El triunfo de Arce va a tener ciertas incidencias sobre los comicios de EEUU donde muchos demócratas van a querer atacar a Trump por sus fracasos en haber tratado de derrocar gobiernos en Bolivia y el Caribe.
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