Diario Co Latino 133 años informándote con credibilidad
Alma Vilches
@AlmaCoLatino
La elección de la nueva magistrada presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Roxana Soriano de Viaud, viola una de las principales reglas, y es que debe carecer de vinculaciones partidarias, sin embargo, la funcionaria fue candidata a diputada por el partido Nuevas Ideas y fungió como presidenta de la Corte de Cuentas de la República.
El artículo 45 del Código Electoral establece que no podrán ser magistrados del TSE el presidente y el vicepresidente de la República; los designados a la presidencia de la
República, los ministros y viceministros de Estado, el presidente de la Asamblea Legislativa, el presidente y magistrados de la Corte Suprema de Justicia, el presidente y magistrados de la Corte de Cuentas, fiscal general de la República y procurados general.
El abogado Enrique Anaya consideró que en el país no se eligen a los magistrados por méritos, sino debido a la afinidad ideológica, cuando la Asamblea elige ya sea de una lista o terna debe dar las razones por las cuales se están eligiendo a esas personas, no solo hacer la frase vacía de contenido que “todos cumplen los requisitos”.
“Yo no espero ningún cambio, incluso, espero algo peor del Tribunal que terminó el 31 de julio, una total y completa sumisión a la dictadura, las designaciones han sido enteramente políticas, sin considerar las reglas básicas constitucionales, al menos dos de las personas han tenido vínculos partidarios”, afirmó.
Según la abogada Bessy Ríos, ninguno de los magistrados que llegó a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ni al TSE, ha llegado porque es una persona necesariamente idónea, sino porque tiene la complacencia de los que se encuentran en el poder.
Una de los cuestionamientos es qué transparentes serán las elecciones de 2027 y 2029, si la extitular de la Corte de Cuentas, exprecandidata a diputada por NI, será la presidenta del TSE y quien administre los comicios de los próximos años.
De acuerdo a la normativa electoral los magistrados del TSE tienen el poder de organizar, supervisar y validar elecciones, si la elección está influenciada por intereses políticos, se pone en riesgo la imparcialidad del sistema electoral, afectando la legitimidad de los resultados.
En un sistema de separación de poderes, es esencial que las instituciones como el TSE cuenten con pesos y contrapesos permitan operar de manera independiente. La elección de sus magistrados debe seguir este principio para evitar concentraciones de poder.
