SANTIAGO/Xinhua
La Convención Constitucional de Chile entregó el lunes al presidente Gabriel Boric el proyecto de nueva Constitución, con lo que convocó a la ciudadanía a un plebiscito de voto obligatorio para aprobar o rechazar el texto el próximo 4 de septiembre.
“Ha pasado muchísima historia para poder llegar a este momento; mucho sacrificio para poder discutir y debatir una Constitución que nazca del debate democrático”, dijo el mandatario en una ceremonia desde la sede del Congreso en Santiago. En el recinto, donde funcionó durante casi un año la ahora disuelta Convención Constitucional, Boric llamó a los mayores de 18 años, residentes en el territorio nacional o en el extranjero, a participar en este referéndum.
“Hoy empezamos una nueva etapa. Se trata ahora de leer, estudiar y debatir la propuesta constitucional que hoy se entrega al país y, como presidente de la República, tengo el deber de garantizar que cada uno de los ciudadanos pueda tomar una decisión libre y plenamente informada”, afirmó.
La apertura de la sesión estuvo a cargo del vicepresidente de la Convención Constitucional, Gaspar Domínguez, quien aseguró que “pase lo que pase el 4 de septiembre, Chile ya cambió”.
“La herencia de este proceso marca un nuevo estándar para esta sociedad, en la que ya es inaceptable pensar, por ejemplo, sin paridad o participación popular”, dijo Domínguez, miembro del órgano integrado por 154 personas electas en 2021 con el mandato de redactar una propuesta de Carta Magna para el país andino.
Le siguió la presidenta de la Convención Constitucional, María Elisa Quinteros, quien firmó y presentó el documento al presidente, a la vez que reconoció la importancia del texto en “reducir la desigualdad, en particular en personas históricamente excluidas”.
“Esta propuesta que hoy entregamos está llamada a convertirse en la base de un país más justo (…) Proponemos un Chile con más democracia, con soberanía por y para el pueblo, con igualdad, libertad, respeto a la diversidad y acuerdos con grandes mayorías”, dijo Quinteros ante unas 600 personas que fueron invitadas al acto oficial.
Las autoridades reconocieron en el pleno el resultado de un trabajo “colectivo”, en un proceso que incluyó a millones de chilenos que aportaron con ideas y también críticas a la labor de la Convención Constitucional, que arrancó el 4 de julio de 2021 con la elección de representantes y la conformación de siete comisiones de trabajo.
La redacción de una nueva Constitución por una mayoría de ciudadanos sin militancia política, con representación de los pueblos originarios de Chile y en equilibrio entre hombres y mujeres. Este paso surgió como parte de un acuerdo político para dar salida a la crisis social iniciada en octubre de 2019, en reclamo al encarecimiento de la vida y al modelo capitalista neoliberal instalado durante el gobierno militar de Augusto Pinochet (1973-1990), autor de la Constitución que aún rige en el país.