Oscar López
@Oscar_DCL
En 2017, el entonces presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, impulsó un proceso de diálogo con los distintos sectores del país para alcanzar una segunda generación de acuerdos para lograr la paz en la sociedad salvadoreña.
Con la segunda generación de acuerdos se pretendía contribuir a la elaboración de políticas públicas consensuadas que abordaran los principales desafíos del país; además, de fomentar la cohesión social, a través de mecanismos de articulación y espacios de diálogo permanentes, con enfoque de inclusión y participación ciudadana.
Al respecto, Nidia Díaz -dirigente del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN)- aseguró que se intentó por varias vías entregar dichos acuerdos al presidente Nayib Bukele, sin embargo, este rechazó recibir el documento.
“Ese diálogo tuvo frutos, son 180 acuerdos producto de cinco mesas, en las que participaron 140 personas representantes de seis partidos políticos, el proceso fue facilitado por las Naciones Unidas, se le entregó a Sánchez Cerén en mayo, poco antes que saliera del ejercicio del gobierno, él quiso entregarlos a Bukele pero los rechazó”, dijo Díaz.
Díaz agregó que en ese entonces la Organización de las Naciones Unidas (ONU) también hizo gestiones para entregar el documento al presidente Bukele, las que no dieron resultados positivos. Uno de los principales acuerdos contenidos en el documento es la Ley del Sistema Nacional Integrado de Salud “eso lo pudimos poner para que se hiciera ley de la República”, declaró la dirigente del FMLN.
La firmante de los Acuerdos de Paz añadió que la sociedad salvadoreña tiene el reto de perfeccionar los Acuerdos firmados en 1992. “Los Acuerdos de Paz son las transformaciones iniciales, no es que ahí acabó, los cambios son de varias generaciones, hay que seguir”.
Para Díaz es fundamental que la sociedad salvadoreña se desarrolle en una “cultura de paz”, para lo cual se deben tener en cuenta tres aspectos: la memoria histórica, para interpretar de dónde viene la sociedad salvadoreña y, sobre todo, para definir el rumbo que tomará en el futuro cercano, además se debe tener tolerancia para evitar considerar como “enemigo a aquel que me critica”.
Díaz agregó que el tercer aspecto está relacionado a buscar métodos para la solución de conflictos. “Un modelo neoliberal, un sistema capitalismo como el que vivimos genera muchos conflictos, salarios, alto costo de la vida, etc., lo que tenemos que hacer es definir cómo los vamos a enfrentar a través del diálogo y concertación y no de la polarización y el enfrentamiento”.
La iniciativa de discutir y aprobar una segunda generación de acuerdos surgió en el marco del 25 aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz, ya que en ese momento se reconoció que los salvadoreños enfrentaban problemas que obstaculizaban su pleno desarrollo, entre ellos la violencia social, por lo que se consideró que no existía la paz firmada en 1992.
En ese momento, Sánchez Cerén aseguró que se debía continuar con los sueños de miles de salvadoreños que murieron en el conflicto armado de doce años y que la realidad del momento demandaba a los actores políticos dialogar por una reconciliación social y la reparación moral a las víctimas de la guerra.