Ciudad del Vaticano / AFP
Kelly Velásquez
El presidente argentino, Alberto Fernández, llegó el jueves a Roma, primera etapa de una gira europea, durante la cual será recibido este viernes en el Vaticano por el papa Francisco, el primer encuentro oficial con su compatriota.
«Es un líder moral en el mundo. Le agradezco mucho (el encuentro), es un modelo de conducta», adelantó Fernández a propósito del pontífice latinoamericano.
El mandatario sudamericano llegó a Roma a bordo de un vuelo comercial de Aerolíneas Argentinas acompañado por una delegación formada entre otros por su pareja, Fabiola Yánez y el canciller Felipe Solá.
Tras su llegada el jueves a la capital italiana el mandatario sudamericano se reunió con el director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en la sede de la entidad de Naciones Unidas.
Argentina acaba de lanzar un Plan contra el Hambre, por lo que el tema probablemente fue abordado con una de las agencias especializadas con sede en Roma.
La jornada central de la visita de Fernández será el viernes, cuando el mandatario peronista de centroizquierda, quien asumió el poder en diciembre, será recibido por el papa argentino en la biblioteca privada del palacio apostólico.
Los dos líderes, que se conocen desde hace años, tienen en la agenda varios temas de interés común, entre ellos el alivio del inmenso peso de la deuda externa Argentina, una prioridad del gobierno de Fernández.
– Una gira clave –
El mandatario argentino recibió un país en recesión desde mediados de 2018, con uno de los índices de inflación más altos del mundo (53,8% en 2019) y pobreza de cerca del 40%.
El papa latinoamericano, sumamente sensible a los temas sociales, ha condenado en numerosas ocasiones las crecientes desigualdades económicas y desde su primera exhortación apostólica rechaza el capitalismo salvaje, la economía de la exclusión y lo que llama «una economía que mata» a los pueblos.
La próxima semana además la Pontificia Academia de Ciencias Sociales organizó en el Vaticano un seminario sobre el tema de la deuda en la que participarán la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva y el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, entre otros.
Como es tradición, es posible que Fernández invite al papa a visitar su país, al que no regresa desde que en marzo de 2013 fue elegido pontífice.
La visita a su tierra natal es un tema delicado, un verdadero enigma, que suscita todo tipo de conjeturas y divisiones.
«Tengo ganas de ir», confesó a los periodistas durante uno de sus recientes viajes al exterior.
«En 2020 me parece un poco difícil porque ya tengo planeados otros viajes», se limitó a explicar el pontífice.
La apretada jornada del viernes incluye también una reunión con el presidente de Italia, Sergio Mattarella y con el primer ministro Giusseppe Conte.
Se trata de reuniones claves, ya que Italia es un importante socio comercial de Argentina, cuenta con una influyente comunidad y es un miembro influyente del FMI, como Francia y Alemania, países que también visitará.
El sábado el presidente argentino tiene programado un encuentro con las autoridades de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), especializada en la lucha contra el hambre en el mundo.
La gira del mandatario argentino continuará por Alemania, donde se entrevistará con la canciller Angela Merkel el lunes 3 de febrero.
Luego seguirá a Madrid para reunirse el 4 con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y luego con el rey Felipe VI.
Al día siguiente se encontrará en París con el mandatario francés, Emmanuel Macron