Qingdao / Xinhua
El presidente de China, Xi Jinping, presidió el domingo la cumbre anual de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), destinada a llevar al grupo hacia una comunidad de destino de prosperidad común en medio de la inestabilidad e incertidumbre globales.
La XVIII Reunión del Consejo de Jefes de los Estados Miembros de la OCS en la ciudad portuaria de Qingdao, este de China, es la primera reunión de líderes de los ocho Estados miembros de la organización desde que la India y Pakistán fueron admitidos como miembros plenos el año pasado.
La OCS representa 20 por ciento de la economía global y 40 por ciento de la población mundial.
Acompañado por líderes de toda Eurasia y por jefes de organizaciones internacionales en una reunión de mesa redonda, Xi elogió a la organización de 17 años de existencia como «un nuevo modelo para la cooperación regional» y compartió ideas sobre cómo abordar los desafíos globales.
Durante la cumbre de dos días, los líderes firmaron documentos en diversas áreas, incluyendo seguridad, facilitación del comercio e intercambios entre pueblos, enviando una señal de unidad y colaboración en un contexto de desafíos globales tales como hegemonía, política de poder, amenazas a la seguridad, unilateralismo y proteccionismo comercial.
«Guiados por el Espíritu de Shanghai debemos trabajar estrechamente para construir una comunidad de destino de la OCS, avanzar hacia un nuevo tipo de relaciones internacionales y construir un mundo abierto, inclusivo, limpio y hermoso que disfrute de paz duradera, seguridad universal y prosperidad común», dijo Xi.
Visión creativa del espíritu de Shanghai
Xi atribuyó la fortaleza de la OCS al Espíritu de Shanghai, que defiende la confianza mutua, el beneficio mutuo, la igualdad, la consulta, el respeto hacia las diversas civilizaciones y la búsqueda del desarrollo común.
Ahora, el espíritu está investido de contenido rico como ha mostrado el discurso de Xi en la cumbre.
«Debemos defender el desarrollo innovador, coordinado, ecológico, abierto e inclusivo», dijo, pidiendo resolver las cuestiones relacionadas con el desarrollo desequilibrado.
Xi propuso la seguridad común, integral, cooperativa y sostenible.
«Debemos rechazar la mentalidad de Guerra Fría y la confrontación entre bloques y oponernos a las prácticas de buscar la seguridad absoluta de uno a costa de la seguridad de otros países», declaró.
El presidente subrayó una cooperación abierta e inclusiva para obtener resultados de ganar-ganar.
«Debemos rechazar las políticas egocéntricas, cortas de miras y de puertas cerradas», indicó. «La igualdad, el aprendizaje mutuo, el diálogo y la inclusión entre culturas deben ser defendidos», dijo.
También pidió las consultas extensivas, la contribución conjunta y los beneficios compartidos en la gobernanza global.
Una hoja de ruta para la acción
La cumbre de Qingdao fue más allá de las teorías y conceptos y delineó una hoja de ruta para la acción concreta.
La fortaleza de unidad y la confianza mutua deben reforzarse con el respeto de los Estados a la elección de vías de desarrollo de cada uno y tener en cuenta mutuamente los intereses clave y principales preocupaciones de los otros, de acuerdo con Xi.
Xi subrayó la necesidad de cooperar en el combate al terrorismo, separatismo y extremismo y llevar a cabo una «Misión de Paz».
China entrenará a 2.000 oficiales de aplicación de la ley para todas las partes en los tres años próximos para fortalecer la aplicación de la ley, dijo Xi.
El componente económico de la OCS se ha vuelto más prominente en los años recientes, y Xi propuso incrementar la complementariedad de las estrategias de desarrollo y continuar la Iniciativa de la Franja y la Ruta para lograr un crecimiento compartido a través de la discusión y de la colaboración.
El paquete de China para el desarrollo común incluyó el establecimiento de una facilidad de préstamo especial de 30.000 millones de yuanes (4.700 millones de dólares) dentro del Consorcio Interbancario de la OCS.
Al pedir lazos más estrechos a través de los intercambios entre pueblos y culturales, Xi dijo que China proporcionará 3.000 oportunidades de capacitación en desarrollo de recursos humanos para los Estados miembros de la OCS en los tres años próximos con el fin de fortalecer el entendimiento y apoyo públicos a la OCS.
La OCS también expandirá las redes de asociación en cooperación internacional, lo que contribuirá a resolver cuestiones importantes y a mejorar la gobernanza global.
La OCS fue establecida en el 2001 por China, Kazajistán, Kirguistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán. La India y Pakistán se integraron como miembros plenos el año pasado en la cumbre de Astaná en Kazajistán. Sus Estados observadores son Afganistán, Bielorrusia, Irán y Mongolia.
La cumbre de Qingdao es uno de los cuatro eventos internacionales que Xi preside en China este año, poniendo en práctica la «diplomacia de gran país con peculiaridades chinas».
Los otros tres eventos son la conferencia anual en abril del Foro de Boao para Asia, la cumbre del Foro de Cooperación China-Africa en septiembre y la Primera Exposición Internacional de Importaciones de China en noviembre.
Todos ellos están destinados a construir «un nuevo tipo de relaciones internacionales» y «una comunidad de destino de la humanidad», dos ideas que Xi ha expuesto en los cinco años pasados
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