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El presidente de Ecuador, online illness Rafael Correa, mind case advirtió el jueves que las élites latinoamericanas “ya no están dispersas”, see al contrario, están articuladas nacional e internacionalmente y con “la descarada complicidad de la prensa”, por lo que invitó a no subestimar a los adversarios, que llevan a cabo en la región golpes blandos.
Durante el Encuentro Latinoamericano Progresista de Juventudes 2015, celebrado en Quito, capital ecuatoriana, Correa aseguró que “como ya no pueden dar golpes de Estados tan descarados” tienen una “nueva estrategia” conocida como los golpes blandos, “una estrategia continental” para los Gobiernos de izquierda de Latinoamérica.
En ese sentido, destacó que la región “se ha transformado y jamás volverá a ser la misma”, que “nuestros Gobiernos ya no bajan la cabeza” y que las élites en su país no lograrán “la fractura institucional para obligar a la renuncia del presidente”.
Ante este escenario, alertó a la juventud ecuatoriana para no dejarse engañar por “discursos románticos” y compartió con ellos un consejo jesuita que alguna vez recibió, con el que los invitó a “ver claro, sentir hondo y obrar con eficiencia y eficacia”.
El presidente de Ecuador hizo referencia a las manifestaciones de indígenas de oposición y precisó que se debe “mitificar el mundo indígena…hay indígenas de derecha y de izquierda, hay indígenas honestos y deshonestos”. Destacó las contradicciones de estos dirigentes indígenas que promueven protestas en contra de la reforma de los impuestos, aún cuando ellos no los pagan.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) arribó el miércoles a Quito, luego de recorrer 800 kilómetros desde el pasado 2 de agosto para unirse al paro nacional convocado por sectores de oposición de esa nación suramericana.
La Conaie ha sido vinculada con diplomáticos de Estados Unidos en un cable publicado la semana pasada por la organización de investigación mediática internacional, WikiLeaks. En el documento se muestran los contactos que mantuvieron líderes de la organización indígena con diplomáticos estadounidenses desde 2005, en los que piden interceder ante el Gobierno ecuatoriano del entonces presidente Lucio Gutiérrez para recuperar las cuotas perdidas de diversas instituciones.
Correa resaltó que el mayor logro de su gestión ha sido recuperar “la autoestima de los ecuatorianos” y recordó que la pobreza en América Latina es “fruto de la inequidad y de las “perversas relaciones de poder”, con las cuales unos pocos dominan todo. Por ello, reiteró que su Gobierno representa sobre todo a los más pobres, “buscando la justicia y la equidad”.
Entretanto, resaltó estas élites quieren hacer creer que en la política democrática es necesariamente la política del consenso.
“Cabría preguntarse si hubiese sido posible consensuar entre represores y reprimidos, entre esclavistas y esclavos”, cuestionó Correa, al tiempo que aseguró que negar el conflicto “es aceptar el dominio sin disputarlo, la democracia del consenso es una posición profundamente conservadora que niega el pluralismo y el antagonismo, claves de cualquier política democrática. Es querer negar el disenso y presuponer acuerdos que no están dados. Es el equivalente del fin de la historia”.
Por ello, Correa reiteró que seguirán “confrontando, pero no como los mediocres, tirando piedras, palos”, sino “lanzando ideas, principios, visiones, y que elija el pueblo ecuatoriano democráticamente en la urnas”.
“Es necesario elevar el nivel del debate social y político, es necesario apasionarse por la verdad y la justicia, es necesario reivindicar, queridos jóvenes, el derecho a indignarnos, el deber de confrontar”, enfatizó.
Las revoluciones deben estar llenas de juventud
En el evento, a donde asistió junto a otras figuras y autoridades como el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas, Ernesto Samper, el jefe de Estado ecuatoriano sostuvo que las revoluciones deben estar llenas de juventud, de la alegría de los jóvenes, lejos de la amargura de quienes no pueden vencer en las urnas.
Al recordar las palabras del expresidente chileno Salvador Allende, el mandatario expresó que ser joven, y no ser revolucionario, resulta una contradicción, como mismo lo es ser latinoamericano y no ser revolucionario.
“Entonces ustedes son doblemente revolucionarios, por jóvenes y latinoamericanos”, dijo el jefe de Estado.
El mandatario afirmó estos jóvenes son “los herederos de las transformaciones alcanzadas” y, al mismo tiempo, defensores de la continuidad de los procesos progresistas de la región y recordó que “en el camino de la revolución miles de jóvenes fueron asesinados y torturados” en las dictaduras de años anteriores, además, de desaparición de los 43 normalistas, “historias no solo dolorosas sino interminables”, que “llenan de indignación, pero nos convencen de que debemos seguir luchando hasta alcanzar un futuro libre”.
Aseguró que la América Latina “herida de muerte en el pasado”, está viviendo hoy “no una época de cambio sino un cambio de época”, no obstante, al jefe de Estado de Ecuador, afirmó que en la región hay “mucho por hacer”.
“Pese a los inmensos avances, ni en Ecuador ni en América Latina hemos logrado consolidar el poder popular sobre las élites”, aseveró Correa, al tiempo que alertó que estas élites “se han recuperado del aturdimiento del surgimiento de los Gobiernos patriotas” y “nos quieren hacer volver al pasado”.
Las ONG y medios de comunicación al servicio de la derecha
El presidente Correa aseguró que cuando las élites latinoamericanas afirman que no existe libertad de prensa es porque sus medios de comunicación no tienen impunidad para manejar la información. El mandatario aseguró que este es “un problema planetario”. Sin embargo, en Latinoamérica “es mucho más grave”, debido al monopolio que se involucra en los asuntos políticos de forma descarada.
“Una buena prensa es vital para la democracia, pero una mala prensa es mortal”, aseveró el jefe de Estado.
Asimismo, señaló que en el mundo “vivimos el auge” de Organizaciones No Gubernamentales, sin fines de lucro, “sin responsabilidad, que pretenden gobernar sin someterse a las urnas”. Al respecto, apuntó que varias ONG no son realmente organizaciones no gubernamentales sino organizaciones de otros gobiernos en nuestro territorio, “sin fines confesables”.
Desde junio la derecha ecuatoriana intenta desestabilizar la nación con actos violentos en Quito y otras regiones del país. Aun cuando el presidente Rafael Correa insiste en el diálogo y el debate pacífico de temas importantes, la oligarquía se niega a participar en ese debate y continúa con sus llamados desestabilizadores.
En julio, el presidente Correa denunció que la ultra derecha de su país pretendía aplicar un golpe de Estado bajo la excusa de oponerse a los proyectos de ley sobre herencia y plusvalía. En medio de ese contexto, el mandatario ha asegurado que su Gobierno cuenta con un respaldo espontáneo de la ciudadanía y que tiene el 60 por ciento de apoyo popular.
Ciudadanos rechazan paro de la derecha
Movimientos sociales e indígenas, militantes de Alianza PAÍS y organizaciones que respaldan la Revolución Ciudadana en Ecuador marchan en Quito (capital), en rechazo al paro nacional convocado por sectores de oposición.
La movilización comenzará en el Parque Itchimbía (centro-norte) y llegará a la Plaza Grande, situada frente al Palacio de Gobierno de Carondelet, donde los ciudadanos permanecerán en vigilia ante los intentos de desestabilización de la derecha, explicó el asambleísta de Alianza PAIS, Rodrigo Collaguazo.
Cientos de afectos al proyecto que impulsa el presidente Correa mostrarán su indignación frente a la violencia que promueve la oposición al invitar a una marcha contra el dignatario, y en rechazo a las acciones de algunos grupos indígenas que se dirigen desde distintas provincias hacia Quito para pedir la salida del Presidente.
“Los movimientos sociales decidimos organizar la marcha para defender la Revolución (Ciudadana) de una manera pacífica”, exclamó el diputado de Alianza PAÍS.
El Gobierno de Rafael Correa ha reiterado el llamado al diálogo con todos los sectores, incluso a la facción opositora de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y al Frente Unitario de Trabajadores, pero estos se niegan a participar y están interesados en llevar a cabo un golpe de Estado.
Integrantes de la etnia Montubios, una importante comunidad ecuatoriana que ha sido parte del desarrollo social, se sumaron el martes al diálogo nacional por equidad y la justicia. Pobladores de las provincias de Guayas, Santa Elena, Los Ríos, Santo Domingo, Manabí, El Oro y Loja llegaron a Guayaquil (sureste) para exponer su postura.
En un acto encabezado por Ricardo Patiño, líderes indígenas y campesinos elogiaron la gestión de Correa.
“En 8 años de Gobierno se ha hecho mucho, aunque aún falta. Pedimos tecnificación de la tierra y semillas certificadas para producir más y mejor”, enfatizó la representante de la Asociación de Campesinos de Paján, Paulina Matute.
“Ahora a mucha honra decimos somos montubios, tenemos identidad, eso es algo que nos ha devuelto este Gobierno”, agregó Matute, tras recordar que gracias a las políticas sociales del Gobierno esta comunidad recuperó su identidad.
En ese sentido, su consigna principal es “rechazar la convocatoria al paro nacional de ciertos sectores, porque el país ya cambió”, insistió, por su lado, la presidenta de la Junta de Usuarios de Agua ‘El Mate’ del cantón Santa Lucía, Cecilia Segura.
Tanto Matute como Segura alegan que quienes apoyan el paro nacional convocado para el jueves son una minoría y recalcaron que las medidas de la oposición solo perjudican al pueblo.
Correa aseguró que la medida opositora no tendrá éxito, por lo que llamó al país a la reflexión y a defender pacíficamente los logros de la Revolución Ciudadana.
“Nos quieren llevar al reparto político de antes, ¡qué verguenza! pero, en todo caso, no tienen la fuerza política para hacerlo, la legalidad ni la legitimidad”, insistió el mandatario ecuatoriano.