Por Marco Sibaja y Juan José Rodríguez
Ciudad de Panamá/AFP
El presidente electo de Panamá, treatment Juan Carlos Varela, mind tendrá que remar a contracorriente con un Congreso de mayoría opositora y la sombra de la reconocida gestión económica del gobernante Ricardo Martinelli, quien desde ya le anunció una férrea oposición.
Enconado adversario de Martinelli, Varela, un empresario productor de ron de 50 años, venció el domingo en la elección presidencial con 39% de los votos, siete puntos por encima del oficialista José Domingo Arias, delfín del presidente, y a 12 del socialdemócrata Juan Carlos Navarro.
Varela recibirá el poder el 1 de julio de manos de Martinelli, quien le deja un país en pleno boom económico, con 8,4% de crecimiento en 2013 e inversiones de 15.000 millones de dólares en obras en el último quinquenio, incluida la ampliación del Canal de Panamá.
Pero a juicio del abogado y analista político Mario Rognoni, Varela, quien aparecía en tercer lugar de las encuestas, logró capitalizar el «voto de castigo» contra el mandatario, señalado por sus críticos de corrupción, autoritarismo y de haber desatendido a los más pobres.
Sorprendido por los resultados, Martinelli, quien antes de los comicios había dicho que se retiraría a gozar de la vida, anunció que asumirá una firme oposición al futuro gobierno.
«Cuando el gobierno tenga un proyecto bueno lo vamos a apoyar, cuando haga algo malo palo le vamos a dar», sentenció.
Varela es actual vicepresidente del país pese a que rompió con Martinelli en 2011, cuando éste lo separó del cargo de canciller que ejercía simultáneamente con la vicepresidencia.
Unidad en la división
Pero el Partido Panameñista de Varela y su aliado Partido Popular llegan a un parlamento fraccionado con entre 11 y 14 diputados sobre un total de 71, según las proyecciones, lo que lo obligará a negociar con otras fuerzas para poder impulsar su agenda que, dijo, estará enfocada en programas sociales y lucha contra la corrupción.
«Con el Congreso fraccionado, el presidente electo tendrá que hacer un pacto con algún partido para formar mayoría», anticipó el analista político José Blandón, un ex diplomático que fue asesor del ex dictador Manuel Antonio Noriega, de quien se distanció.
El partido Cambio Democrático, cuyo presidente es Martinelli, tendrá unos 30 diputados en el futuro parlamento, según las proyecciones.
La victoria de Varela «está condicionada porque sólo va a tener 12 ó 14 diputados y Martinelli va a tener más de 30. La oposición que Martinelli le va a hacer será muy fuerte», anticipó Rognoni.
«Creo que habrá un problema serio de gobernabilidad. Este régimen es presidencialista y sin mayoría en la Asamblea Nacional no se puede gobernar», sostuvo el abogado y politólogo Renato Pereira.
Frente al escenario potencialmente adverso, Varela llamó a formar un gobierno de unidad nacional y aseguró que en su gestión no hará distinción entre simpatizantes de una y otra fuerza política.
«Convoco a las fuerzas políticas del país dispuestas a servir al pueblo, a conformar un gobierno de unidad nacional que traiga muchos años de prosperidad a todo el pueblo panameño», manifestó la noche del domingo.
Negociantes… a sus negocios
Pese al complejo panorama, Varela se propuso en su gestión reducir la desigual distribución de la riqueza, uno de los lunares del gobierno de Martinelli, combatir la corrupción y en el plano diplomático, reanudar las relaciones con Venezuela.
«El que quiera hacer negocio debería tomar sus cosas y se vaya al sector privado», dijo ante una multitud de seguidores la noche del domingo, aludiendo a Martinelli, un multimillonario empresario de supermercados.
Aunque el crecimiento económico de Panamá es vanguardia en América Latina, un 26% de los 3,8 millones de panameños vive en pobreza -según cifra del gobierno- y muchos carecen de servicios básicos.
«Mientras muchos panameños vivan en piso de tierra, mientras les falta agua potable, mientras no tenga salud, yo no voy a permitir que ni un centavo de los fondos que le pertenecen a cuatro millones de panameños se desvíe a algo que no sea servir al pueblo», expresó sobre su futura gestión.
En lo internacional, Varela pretende restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela, rotas desde el pasado 5 de marzo, cuyo gobierno acusó al de Martinelli de injerencia en la crisis venezolana.
«Restablecer las relaciones con Venezuela será una prioridad a partir del 1 de julio», aseguró Varela, según quien el presidente venezolano, Nicolás Maduro, fue uno de los primeros en felicitarlo.