Por Giovanna Fleitas/Ana Fernández
Santiago/AFP
El presidente francés, François Hollande, inició este sábado en Chile su última gira por América Latina, una región que priorizó durante su presidencia y que hoy está expectante tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Con la colocación de una corona ante el monumento del libertador de Chile, Bernardo O’Higgins, el mandatario francés dio inicio a una cargada agenda en la que se destacan los encuentros con su homóloga chilena, Michelle Bachelet, y el lanzamiento del Año franco-chileno de la innovación.
La presidenta chilena adelantó a la AFP el jueves que aprovechará la visita de Hollande para pedirle apoyo en la renegociación del acuerdo de asociación que Chile tiene con la Unión Europea.
Chile fue «el primer país que hizo un acuerdo de asociación con la UE», y «queremos actualizar el nuestro», por lo que va a pedir a Hollande que «nos apoye», en medio de la incertidumbre causada por la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea.
Las delegaciones de ambos países firmarán acuerdos en los sectores de la cultura, la defensa, el turismo, la cooperación en la lucha contra el narcotráfico, un tratado de extradición, educación y trabajo.
Asimismo, abrirán un Foro científico y académico para facilitar los intercambios en estos ámbitos.
Solidaridad histórica
Durante esta estancia en Chile, que concluye el domingo por la tarde en Antofagasta, norte del país, Hollande visitará uno de los lugares más queridos de su anfitriona, el Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos, cuya construcción impulsó durante su primer mandato (2006-2010) para recordarle al mundo los trágicos sucesos del golpe de Estado del general Augusto Pinochet y su dictadura (1973-1990).
Más de 10.000 chilenos que huyeron de la dictadura se refugiaron en Francia en los años 1970-80.
El presidente socialista francés, quien anunció que no se presentará a la reelección en los comicios de mayo próximo, rendirá también un homenaje al presidente depuesto por el golpe de Pinochet el 11 de septiembre de 1973, Salvador Allende, enterrado en el Cementerio General de Santiago.
Presencia de empresas francesas
Las empresas francesas, muy presentes en Chile en áreas como la energía -eléctrica y gas-, agua, industria alimentaria, comercio y químicos, son el cuarto inversor de la Unión Europea en el país sudamericano.
Bachelet, quien también cederá su cetro al vencedor de los comicios de noviembre, espera que esa presencia aumente. «Hay espacios para incrementar el intercambio comercial y para que vengan más empresas a invertir», dijo a la AFP.
El domingo realizará una visita a la central solar Bolero de la francesa EDF, inaugurada en diciembre pasado, y que tiene capacidad para alimentar con energía a una gran parte del país.
Pese a que los dos países mantienen una «historia de buenas relaciones», como la calificó Bachelet, esta es la primera visita de un presidente francés a Chile desde 2006.
En la recta final de su mandato, esta visita se enmarca en la política de Hollande de reforzar las relaciones de Francia con América Latina, donde realizó más de una decena de desplazamientos.
El presidente visitó, el año pasado, Brasil, Perú, Argentina y Uruguay.
A última hora del domingo, Hollande partirá a Colombia donde culminará su última gira por América Latina a cuatro meses de terminar su mandato.