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“Después de esta férrea resistencia que hemos tenido en América Latina, el Caribe y el mundo, hoy, sin lugar a dudas a finales del 2019, podemos decir que empieza a configurarse una nueva situación geopolítica en la región, y ya visualizamos que se ha levantado una nueva ola antineoliberal que tendrá los espacios del futuro para una nueva situación de alternativas”.
Así lo declaró el presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, a más de 1.500 delegados del mundo durante su participación en la sesión de clausura del Encuentro Antimperialista de Solidaridad por la Democracia y Contra el Neoliberalismo, que se realizó en La Habana, Cuba, durante tres días.
Ofreció un completo análisis histórico de las agresiones políticas y económicas que desde la década de 1990 el régimen imperial de Estados Unidos registró contra los pueblos. En este sentido, recordó que fue Fidel Castro el primer estadista que alertó a los pueblos sobre el peligro del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Fue Cuba la que convocó al mundo a debatir y desenmascarar los mecanismos financieros, culturales y políticos de dominación”, expresó al hacer referencia a las trágicas consecuencias de la penetración del FMI al imponer el dañino modelo del pensamiento único capitalista e imperial a través de las mal llamadas “deudas externas”.
Refirió además que existen actualmente tres grandes frentes progresistas que se levantan en la región. El primero de ellos es la Alianza Bolivariana de los Pueblos de América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), conformado por Cuba, Nicaragua, Bolivia, Venezuela y las naciones de El Caribe, que han demostrado una resistencia heroica ante las presiones y pretensiones imperiales.
El segundo frente está “brillantemente encabezado por dos líderes”. Indicó que se trata de Manuel López Obrador, presidente de México, y Alberto Fernández, recientemente electo mandatario de Argentina, en conjunto con el gobierno de Uruguay.
Y el tercer frente es la resistencia de los pueblos a través de los movimientos sociales que reclaman en este momento los derechos sociales que los gobiernos de derecha intentan anular con el FMI. “Movimientos populares que están en las calles de Chile, Brasil, Colombia, que irán abriendo caminos, cada quién en sus países”.
Advirtió, no obstante, que la campaña mediática de la oligarquía mundial capitalista pretende silenciar estas protestas, y desviar las verdaderas causas que originan la indignación popular.
“El gobierno de Estados Unidos, estúpido como es y los imbéciles de la derecha que gobiernan en algunos países, dicen que lo que está pasando es culpa del Foro de Sao Paolo, de Venezuela y Cuba. No, son Pinochet, y el FMI los culpables. Y los pueblos tienen derecho a la rebelión y búsqueda de alternativas”, respondió en forma contundente.
“Un frente de avanzada antineoliberal. ¡Así lo veo yo!. Un frente progresista en la nueva unión de la América Latina y El Caribe”, sentenció en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Pidió que estos tres frentes en el continente sean articulados para acercarse en el discurso y en la acción, y lograr romper las barreras y las campañas de la gran prensa derechista que trata de dividir las fuerzas antineoliberales.
“Hace falta dosis de valentía para defender la verdad y abrir caminos a la verdad”, insistió a los movimientos sociales y gobiernos progresistas en este nuevo tiempo geopolítico, para unir los procesos revolucionarios, que es un mandato del libertador Simón Bolívar y el prócer cubano José Martí.
“Así que hace falta tomar esos caminos de la valentía y atrevernos a derrumbar mitos, campañas, presiones, chantajes y mentiras del imperio”.
Finalizó su discurso augurando un momento esplendoroso en esta nueva etapa contra las agresiones imperiales y las corrientes neoliberales que tratan por todos los medios de arrodillar a los pueblos y quitarles sus conquistas y derechos sociales.
“Buenos y mejores tiempos, nuevos y mejores aires hay en América Latina, el Caribe y el mundo. Tengamos fe y optimismo que ha llegado el tiempo histórico de las ideas antineoliberales. Tengamos la unión suficiente y la fuerza espiritual suficiente para seguir empujando adelante. ¡Es nuestro tiempo, nuestro siglo y nadie nos lo quitará!”, concluyó.
