Yaneth Estrada/
AGENCIAS
El Presidente de la República Salvador Sánchez Cerén asiste este día a los actos de toma de posesión del mandatario de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, reelecto el 20 de mayo con el 68 % de los electores.
“Este es un proceso histórico de fortalecimiento de la democracia, por eso nos sentimos orgullos de estar acá compartiendo de este triunfo del pueblo bolivariano”, dijo Salvador Sánchez a su llegada a Caracas.
Algunos países que reconocieron los resultados fueron El Salvador, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Surinam, Rusia, China, Turquía, Irán y Siria; mientras que Ecuador y Uruguay optaron por llamar al diálogo y Estados Unidos no reconoció las elecciones como legítimas. El único requisito que la constitución venezolana establece para la toma de posesión es que se realice el 10 de enero del año en el que inicia el sexenio del presidente ante los representantes del pueblo debidamente electo, es decir, los diputados de la Asamblea Nacional (AN). Si por alguna situación o hecho excepcional es imposible una sesión de la AN, pudiera hacerlo ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) del país.
Invitación especial
De acuerdo a información oficial, el Jefe de Estado salvadoreño viajó ayer con destino a Caracas, atendiendo una invitación oficial a la ceremonia, en compañía del canciller Carlos Castaneda.
La ceremonia de juramentación tendrá lugar este jueves a las 10 a.m., hora de Caracas, en la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.
Tras la ceremonia, el Presidente Sánchez Cerén junto a otros líderes del mundo participarán en otro evento en la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela. La relación entre El Salvador y Venezuela inició oficialmente 28 de febrero de 1884, y la solidaridad del pueblo y gobierno venezolano tuvo un momento invaluable con la rápida ayuda a El Salvador ante los devastadores terremotos en el año 2001. Actualmente, la relación abarca diversos campos, entre los que se destacan la salud, con la Misión Milagro, mediante la cual miles de salvadoreños de bajos recursos han sido curados de enfermedades de la vista.