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Como parte de la conmemoración del 25 aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz, el Presidente Salvador Sánchez Cerén inauguró el parque Escultórico a la Reconciliación, una obra que condensa el sentido histórico del proceso de paz que suscribió el país el 16 de enero de 1992.
El monumento, que está sobre el bulevar Monseñor Romero, en el desvío hacia la avenida Jerusalén, preservará la historia de uno de los acontecimientos más importantes como son los Acuerdos de Paz, que este día cumplen 25 años de haber sido firmados.
El parque escultórico presenta en primer plano a una mujer y a un hombre en traje de fatiga, quienes simbolizan a las partes antagónicas que se defendieron durante el conflicto armado. Ambos sin armas, caminan abrazados mirando el horizonte mientras sueltan a los vientos una parvada de palomas que se orientan en dirección al futuro, que representan una expresión del compromiso con una paz justa, patriótica y duradera.
En un plano superior emerge un ser más grande, le distingue el linaje de bronce, sin atuendos de ninguna especie, es la “mater civis”, es decir la patria, el pueblo titular de la soberanía y del poder, quien con su índice advierte “no vuelvan a desangrar a la Patria”.
Además del monumento, la plaza cuenta con las banderas de los países amigos que tuvieron una participación activa y facilitaron la construcción de los Acuerdos de Paz, y un mural histórico llamado Huellas del Jaguar, que representa variadas épocas, momentos, hazañas y personajes de la historia de El Salvador.
El mandatario explicó que la obra evoca la solución política global y negociada a la guerra civil en El Salvador, y representa también a las dos partes del conflicto, siendo al mismo tiempo una alegoría a la ciudadanía representada en el monumento a la patria.
En su mensaje, el presidente de la República destacó que “el parque escultórico a la Reconciliación nos recuerda que todos somos hermanos y hermanas” y es una expresión de la inmensa necesidad que el país tiene de avanzar con madurez hacia una segunda reconciliación de acuerdos, que contribuyan a edificar un mejor futuro para el país.
“Este parque escultórico se erige hacia el futuro como un legado de buena voluntad y de la firme convicción de que El Salvador requiere del desarrollo y profundización de una cultura de reconciliación, con la finalidad de edificar una sociedad próspera, justa, democrática, educada y en paz”, dijo.
Sánchez Cerén afirmó que el país necesita y exige superiores niveles de reconciliación y de unidad que lo conduzcan hacia el desarrollo, la prosperidad compartida y hacia la democracia plena.
“Es necesario y urgente cimentar las bases de un verdadero reconcilio que nos permita trabajar unidos y lograr acuerdos que se traduzcan en beneficios para el pueblo salvadoreño”, indicó el jefe de Estado.
Asimismo, manifestó que estos acuerdos deben permitir concretar acciones como la generación de empleos, la construcción de un país más seguro, mantener la estabilidad financiera y fiscal, e incrementar la inversión privada nacional y extranjera.
“Ahora, El Salvador tiene un monumento que nos señala la importancia de la reconciliación como pueblo, un recordatorio de que la búsqueda de acuerdos como nación a través del diálogo debe mantenerse por sobre cualquier amenaza que se cierna sobre nuestra democracia”, recalcó el mandatario.
Durante el acto de inauguración de la plaza y monumento, se develó una placa de bronce en la que están plasmadas las firmas de los signatarios de los Acuerdos de Paz, tal y como aparecen en el documento original.
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