Por Raziye Akkoc/Stuart Williams
Ankara/Estambul/AFP
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan amenazó este martes a Holanda con más represalias en medio de una crisis diplomática sin fin y criticó al país por la matanza de Srebrenica de 1995, lo que La Haya calificó como una «falsificación nauseabunda de la Historia».
En un discurso en Ankara, Erdogan habló de la matanza de Srebrenica en 1995, que los Cascos Azules holandeses no lograron impedir, un episodio vivido en forma traumática por Holanda.
«Conocemos a Holanda y a los holandeses por la matanza de Srebrenica. Sabemos como es su moral», está «quebrada por los 8.000 bosnios que fueron masacrados», dijo Erdogan.
«Nadie debe darnos lecciones de civilización», insistió el presidente turco.
Ankara suspendió las relaciones «al más alto nivel» con La Haya y bloqueó el regreso a Turquía del embajador holandés, en respuesta a la decisión del gobierno del primer ministro, Mark Rutte, de impedir el ingreso a Holanda de ministros turcos que debían participar en mítines políticos -anulados por las autoridades- a favor de Erdogan.
El presidente turco calificó esa medida como un «vestigio» del nazismo y criticó airadamente a La Haya así como a la canciller Angela Merkel y a la Unión Europea que salieron en su defensa.
‘Cada vez más histérico’
«El tono de Erdogan es cada vez más histérico», reaccionó este martes el primer ministro Rutte. «Es inhabitual e inaceptable», añadió.
Rutte consideró como «una falsificación nauseabunda de la Historia» las críticas por lo sucedido en Srebrenica.
Unos 8.000 hombres y niños musulmanes fueron asesinados por las fuerzas serbias de Bosnia en el enclave de Srebrenica en apenas unos días en julio de 1995, la peor matanza cometida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Los Cascos Azules holandeses, enviados bajo mandato de la ONU para defender el enclave, no pudieron impedir la matanza.
Erdogan acusó asimismo a La Haya de «terrorismo de Estado» por haber impedido el ingreso al país de sus ministros.
«El terrorismo de Estado de Holanda el sábado perjudicó sobre todo a Europa y la Unión Europea», dijo Erdogan en su discurso en el que llamó a votar por el «sí» en el referendo del 16 de abril asegurando que era la mayor respuesta a los «enemigos» de Turquía.
«Vamos a trabajar en más» medidas contra Holanda, amenazó Erdogan.
Este martes, Ankara también criticó a la Unión Europea, que le urgió a «evitar declaraciones excesivas» en su crisis diplomática con Holanda. Pero el ministerio de Exteriores turco respondió que «la declaración irreflexiva de la UE no tiene valor».
Sin hacer caso a la UE, Erdogan interpeló abiertamente en la televisión turca el lunes a Merkek, afirmando que «apoya a terroristas» por no atender los 4.500 expedientes de presuntos terroristas enviados por Ankara, que incluyen a casos vinculados a militantes kurdos y a sospechosos del fallido golpe de Estado de julio.
«Señora Merkel, ¿por qué está escondiendo terroristas en su país? (…) ¿Por qué no está haciendo nada?».
El portavoz de Merkel tildó esas acusaciones de «aberrantes», afirmando que «la canciller no tiene intención de participar en un concurso de provocaciones».
El embajador holandés, bloqueado
También el lunes, tras una reunión del consejo de ministros, Ankara suspendió sus relaciones al más alto nivel con Holanda y anunció que no permitiría el regreso a Turquía del embajador holandés hasta que La Haya cumpla las condiciones que permitan organizar mítines.
Turquía esperaba además una investigación administrativa y legal sobre los acontecimientos de los últimos días, incluido sobre el uso de policía montada y unidades caninas para controlar una manifestación en Róterdam delante del consulado turco.
Holanda decidió anular los mítines a sólo días de las elecciones legislativas del miércoles en las que el primer ministro saliente, Mark Rutte, enfrenta la competencia del extremista Geert Wilders.
En medio de la crisis, el Estado alemán de Sarre (suroeste) anunció este martes que prohibirá la participación de políticos extranjeros en mítines políticos organizados por las comunidades extranjeras.
Varias regiones de Alemania ya habían anulado la organización de mítines de la comunidad turca.
Turquía debe celebrar el 16 de abril un referéndum sobre la reforma constitucional que arroga mayores poderes a la figura presidencial.
En este contexto, para obtener mayor respaldo en la consulta, los ministros turcos planificaron viajes a Europa apuntando a la diáspora.
En Alemania residen unos 1,4 millones de turcos con derecho a voto mientras que en Holanda serían unos 250.000, según cifras oficiales de noviembre de 2015.