Por Ernesto Tovar
Caracas/AFP
El presidente de Venezuela Nicolás Maduro anunció la creación de una comisión legislativa que estudiará una vía para llevar a George W. Bush y José María Aznar, store expresidentes de EEUU y del gobierno de España respectivamente, ante la Corte Penal Internacional «por crímenes de guerra».
«Encargo a los juristas de la patria, compañero Diosdado Cabello (presidente de la Asamblea Nacional) la conformación de un comité de derechos humanos para llevar a juicio por crímenes de guerra a todos estos imperialistas que han bombardeado Libia, Irak, Siria», dijo Maduro sobre la propuesta del excanciller venezolano José Vicente Rangel de llevar a la Corte Penal Internacional (CPI) a George W. Bush, a su vicepresidente Dick Cheney y a su secretario de Defensa Donald Rumsfeld.
El mandatario, en un encendido discurso de retórica nacionalista y antiestadounidense ante miles de simpatizantes en la céntrica avenida Bolívar en Caracas, también agregó a Aznar a su lista de culpables.
«Aznar tiene sus manos manchadas de sangre con la invasión a Irak, con el golpe de estado en Venezuela, Aznar es un asesino y debe ir a la CPI también, asesino» dijo Maduro.
A juicio del presidente venezolano, el expresidente Aznar «es un heredero del fascismo de Francisco Franco, del franquismo» que «apoyó la mentira de George W. Bush, mintió y fue el impulsor principal de la invasión y el bombardeo del año 2003 contra el pueblo de Irak. Y como resultado de esa guerra imperial hubo un millón doscientos mil iraquíes asesinados, muertos».
Maduró tachó de «asesino» a Aznar el pasado viernes, lo que causó malestar en el gobierno español, cuya cancillería describió como «calumnias» la acusación y convocó al encargado de negocios venezolano para expresar su malestar.
«No me retracto ni una palabra, ni una coma», añadió este lunes Maduro al referirse de manera indirecta a la reacción de España.
El presidente hizo estas acusaciones durante una movilización en repudio a las sanciones de Estados Unidos contra funcionarios chavistas que supuestamente violaron los derechos humanos de opositores durante protestas en Venezuela.
Reporteros de la AFP pudieron constatar entre los asistentes a una importante proporción de personas que se identificaban como empleados de ministerios, empresas estatales o bancos oficiales, muchos llegados en autobuses especiales desde ciudades del interior.
En las inmediaciones de la Plaza Venezuela, la avenida Nueva Granada, el parque Alí Primera y la plaza Capuchinos se reunieron los afectos al oficialismo, acudiendo a la convocatoria hecha por el presidente Nicolás Maduro la pasada semana, bajo el lema «A Venezuela se respeta» y para «repudiar el intervencionismo y la amenaza de los Estados Unidos», según imágenes de la televisora estatal VTV.
La convocatoria coincidió además con los 15 años de la promulgación de la Constitución promovida por el fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013), que impulsó un modelo socialista en Venezuela.
Desde la semana pasada el gobierno venezolano, encabezado por Maduro, ha manifestado su rechazo y ha criticado en duros términos la decisión del Congreso de Estados Unidos, que considera hubo violaciones de derechos humanos de opositores durante las protestas ocurridas en
Venezuela entre febrero y mayo de este año, y que dejaron 43 muertos.