Nuakchott/AFP
El último de los presos mauritanos que quedaba en la base militar estadounidense de Guantánamo, Mohamedou Ould Slahi, autor del libro «Diario de Guantánamo», fue liberado y llevado a su país este lunes.
«Estados Unidos está agradecido con el gobierno de Mauritania por su gesto humanitario y su disposición de respaldar los esfuerzos estadounidenses para cerrar el centro de detención de la Bahía de Guantánamo», expresó el departamento de Defensa estadounidense en un comunicado.
Con este traslado, quedan 60 reos en esta cárcel creada en territorio cubano tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Mohamedou Ould Slahi, de 45 años, estuvo preso sin juicio en la prisión de Guantánamo desde agosto de 2002.
En su libro Slahi, quien antes de llegar a Guantánamo fue detenido en Mauritania en 2001 y luego encarcelado en Jordania y en Afganistán, describió su privación de libertad como una «gira mundial de tortura y humillación».
Una fuente de seguridad mauritana que pidió no ser identificada había anunciado la liberación de Mohamedou Ould Slahi a la AFP poco después de su llegada al país.
«No quedará libre enseguida ya que deberá ser interrogado por los servicios de seguridad antes de ser puesto en libertad y llevado con los suyos», indicó el funcionario.
La Agencia Mauritana de Información (AMI) confirmó que el expreso fue trasladado al país y dijo que «la liberación de este ciudadano es el producto de los esfuerzos diplomáticos realizados al más alto nivel, durante años, por las autoridades mauritanas».
En sus notas, «Diario de Guantánamo», publicado hace casi dos años, Ould Slahi relata cómo fue torturado.
«Empecé a alucinar y a escuchar voces tan claras como si fueran reales. Escuchaba a mi familia en conversaciones distendidas (…) Oía lecturas del Corán con una voz celestial», contó en las memorias.
«Estuve a punto de volverme loco» en la cárcel, señaló en el texto.
Un diario con muchos retoques
También contó cómo fue forzado a dar falsos testimonios. Slahi mintió que había planificado un atentado contra el edificio del canal de televisión CNN en Toronto, en Canadá, para que cesaran las torturas que sufría.
El libro, presentado como el primer escrito publicado por un hombre que todavía estaba preso en Guantánamo, fue objeto de varias ediciones antes de ser publicado.
En enero de 2015, el diario británico The Guardian, que publicó varios extractos, indicó que los editores esperaban poder publicar una versión íntegra una vez que el prisionero fuera liberado.
«Los 14 años de detención ilegal y de tortura de Slahi fueron irracionales y su transferencia demoró más de la cuenta», indicó en un comunicado la organización Amnistía Internacional.
El presidente estadounidense, Barack Obama, se comprometió a cerrar el campo de detención de Guantánamo antes de concluir su mandato, pero le quedan cerca de tres meses para cumplir con esa promesa.
Sus opositores republicanos se oponen al cierre y Obama no ha logrado conseguir el apoyo necesario en el Congreso estadounidense para encontrar una solución para aquellos presos que Estados Unidos no está dispuesto a liberar.
Cuando asumió la presidencia en enero de 2009 quedaban 242 presos en Guantánamo.