A la hora de realizar este editorial aún no se sabía si la Asamblea Legislativa iba o no a aprobar el proyecto de presupuesto general de la nación, sobre todo, porque diputados del partido ARENA metieron en la discusión la elección, más bien la reelección, del fiscal general Douglas Meléndez.
Es cierto que la elección del fiscal también es urgente, pero esto no debe ser pretexto para que los diputados de derecha en la Asamblea Legislativa, sobre todo de la fracción de ARENA, tratan de negociar la votación de la ley de presupuesto a cambio de los votos a favor del fiscal Douglas Meléndez.
Insistimos, ambas votaciones son importantes, y por la importancia suprema de cada una, deben ser tratadas de forma individual y no en “combo”.
La fracción del FMLN ha sido, por cierto, muy responsable en estos temas. Yanci Urbina, de la Comisión de Hacienda y Especial del Presupuesto, ha urgido no utilizar la discusión del presupuesto “como un instrumento electoral”. A esta declaración debemos añadirle, tampoco utilizarlo como una “carta de cambio”.
Y es que no se vale ni utilizar el debate del proyecto de ley de presupuesto con propósitos electorales, ni mucho menos como elemento de presión para obtener los votos en otros intereses.
Es necesario que la Asamblea haga los debates por separado.
Por cierto, si la Asamblea aprueba el presupuesto general antes que finalice el año, las tres principales calificadores de riesgo pasarían de la actual calificación “CCC” a “BB”, es decir, una calificación de mayor confianza para los inversionistas, y por ende de beneficio para la nación.
Esa confianza traería a la par intereses más bajos y la obtención de préstamos más expeditos. Recordemos que el déficit fiscal que ronda entre el 3 y 3.6 % requiere de préstamos para poder equilibrar el presupuesto.
En cuanto al fiscal, hay que entender que la Embajada de Estados Unidos está ejerciendo cierta presión, si no es que mucha, a favor del actual fiscal general, por eso es que debe dedicarse un debate aparte, porque hay que sopesar los intereses de la Embajada con los intereses de la nación.
Y si a la hora de ser publicado este editorial ya ha sido aprobado el presupuesto, aplausos para los diputados y diputadas de la Asamblea Legislativa.