Por Adel Zaanoun
Bait Hanun/AFP
El primer ministro palestino, Rami Hamdalá, llegó este lunes a la Franja de Gaza y aseguró que la Autoridad Palestina recuperará las riendas de este territorio, controlado por el movimiento islamista Hamas desde hace diez años.
Hamdalá, acompañado por una decena de ministros, viajó a Gaza por primera vez desde 2015.
Centenares de habitantes del enclave, que padeció guerras, el bloqueo israelí y las luchas de poder interpalestinas, acudieron a escuchar el discurso que pronunció el primer ministro en un punto de control de Hamas en la frontera con Israel.
Miles de personas aguardaban fuera del paso fronterizo, constató la AFP.
Hamdalá prometió el fin de las disensiones que merman la acción palestina desde hace años y el comienzo de una nueva administración del territorio.
«El gobierno comienza a ejercer su papel en Gaza a partir de hoy», declaró.
«Venimos a Gaza para poner fin a las divisiones y construir la unidad» con Hamas, dijo. La prioridad es «aliviar el sufrimiento de la gente de Gaza».
La visita de Hamdalá marcaría la reconciliación entre los dos grupos rivales después de una década de disensiones. Debe asimismo preparar el terreno para transferir progresivamente las responsabilidades -al menos civiles- de Hamas a la Autoridad Palestina.
Un día a día complicado
La Autoridad Palestina es reconocida internacionalmente y se supone debe prefigurar la creación de un Estado independiente. Hamas, considerado como grupo terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, la expulsó de la Franja de Gaza en 2007, tras casi haber llegado a la guerra civil con el Fatah.
Desde entonces, la Autoridad Palestina ejerce únicamente un control limitado en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde hace 50 años y distante unas decenas de kilómetros de Gaza, a través del territorio israelí. Hamas gobierna en Gaza en donde viven dos tercios de los palestinos de los territorios.
Las luchas interpalestinas son consideradas como uno de los obstáculos a una solución al conflicto israelo-palestino.
Hamas aceptó en septiembre el regreso del enclave a la Autoridad Palestina, presionado por Egipto, por el aislamiento de Catar y por un severo control financiero de la Autoridad Palestina, que dejó de pagar las facturas de electricidad para la franja provista por Israel.
Las medidas del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, hicieron más difícil la situación para los habitantes del enclave, confrontados a graves dificultades económicas y al paro, muy alto sobre todo entre los jóvenes.
Abu Musa Hamdona, un gazatí de 42 años, se congratuló por la visita del gobierno. «Le pedimos que se ocupe de los jóvenes, eso es lo más importante, que resuelva la crisis de la electricidad y que mejore las condiciones de vida de la gente de Gaza», dijo.
¿Maniobra de Hamas?
El riesgo de una explosión social, junto con un creciente aislamiento y quizá un enfoque más pragmático de sus dirigentes, incitó al Hamas a aceptar una reconciliación con el Fatah, estiman los expertos.
Sin embargo, muchos expertos ven en la buena voluntad de Hamas una maniobra táctica para desembarazarse de una situación complicada y dudan que el movimiento vaya a cederle a la Autoridad Palestina el control sobre la seguridad.
Por su parte, el enviado especial de la ONU, Nickolay Mladenov, declaró a la AFP que era «prudentemente optimista». Sin subestimar las dificultades, destacó «la voluntad política real» de Hamas y de Fatah, e instó a los países extranjeros a apoyar al gobierno de Hamdalá.
El lunes por la tarde, Hamdalá se reunió con el jefe de Hamas, Ismael Haniyeh, y con el líder del movimiento en la Franja de Gaza, Yahya Sinuar. El martes, dirigirá un consejo de ministros.
No obstante, la visita no dejaba de ser eminentemente protocolaria, pues los detalles del traspaso de poderes se debatirán en El Cairo próximamente.