Santiago Leiva
@DiarioCoLatino
Mantuvo intacto el guión el equipo de Rudis Gallo y al igual que en las anteriores ediciones de la Copa Pilsener comenzó ganando. En esta ocasión ante un viejo conocido: un Estados Unidos que ha doblado rodillas en al menos cuatro ocasiones ante la Azul, sovaldi sale pero que también ha festejado triunfos en eliminatorias mundialistas.
Como sucedió en las ediciones de 2012 (10-5 sobre Costa Rica) , 2013 (9-5 sobre Costa Rica) y 2014 (5-1 sobre Inglaterra), los discípulos de Gallo debutaron con un triunfo alentador al imponerse a la selección de las barras y las estrellas 2-4.
Ayer, en las arenas de la Costa del Sol, la Azul salvadoreña solo sufrió en algunos minutos del período final, por lo demás lució muy solvente en la parte defensiva y mejor aún bastante efectivo al momento de jalar el gatillo.
Alejado de las cámaras en el juego ante los “gringos”, fue el espigado Rubén Batres quien le sacó brillo a su nombre, al conseguir el tanto que inauguró el partido y también la anotación que cerró la cuenta cuando los norteamericanos se habían puesto a tiro de empate.
La Azul puso de manifiesto su superioridad desde el primer episodio en el que se hicieron presentes en el marcador Batres y Melvin Segovia, que marcó su debut oficial en la selección bajo el mando de Rudis Gallo. Así la escuadra cuscatleca cuajó la primera escena con un 0-2 favorable.
Tuvo El Salvador para el 0-3, pero una chilena de Elmer Robles acabó por enviar el balón al horizontal, y también el rival pudo descontar, pero aparecieron los reflejos del meta Eliodoro Portillo para secar la garganta de Nick Perera, el hombre más incisivo.
En su vuelta a la arena los pupilos de Gallo bajaron revoluciones, se dedicaron más a cuidar y trasladar con mayor precaución la pelota, para evitar que el calor costeño les evaporara el tanque de oxigeno y no quedarse sin combustible los 12 minutos finales. De ahí que no hubo goles que celebrar en ninguno de los dos bandos.
El capítulo de cierre marcó inicialmente los reflejos de Portillo por mantener la portería en cero, y también la ambición de Frank Velásquez por inaugurarse en el marcador. Empero, fue Agustín Ruiz, quien logró el 0-3 en una jugada de pared con Batres.
Fue este último gol el que pellizcó el orgullo de los estadounidenses que descontaron con un latigazo de Jonathan Greenfield y se pusieron a tiro de empate 2-3 por intermedio de Jared Dombrowski. Fue en ese instante que reapareció Batres para calmar las aguas y anchar el triunfo a 2-4.
Superado este escollo, lo que falta ver es sí los guerreros de playa son capaces de ganar los tres partidos y coronarse campeones o sucede lo de siempre: festejo extranjero en patio salvadoreño. Hasta hoy la Azul no ha podido festejar este título.
«Six pack» de campeón
Temprano, en el partido que abrió el telón, la poderosa selección de Portugal se dio un suculento coctel ante la renovada selección de Argentina que solo tuvo armas para dar pelea en el primer acto.
El encuentro comenzó muy parejo, tanto los lusos como los gauchos dejaron ver sus intenciones con remates de larga distancia que pusieron a trabajar a los porteros, pero una vez el cuadro portugués abrió la lata, los goles continuaron llegando hasta completar un “six pack”.
El gol inaugural, para los campeones del mundo, fue obra de Jordan Santos y valió para cerrar con victoria el primer acto e inclinar la balanza en favor de los europeos.
Dominaron los lusitanos el segundo episodio, pero no pudieron capitalizar o rentabilizar más su poderío. El único premio fue un tanto de Bruno Novo, que valió para el 2-0. También Belchior estrelló un remate en el travesaño.
Portugal destapó su arsenal hasta el período final y no necesitó tampoco gastar la carga de su batería para desnudar las carencias argentinas. Jordan logró el 3-0 en los primeros minutos del periodo, y luego apareció Belchior con el 4-0 y el 5-0. Este útimo desde el penalti.
En este tiempo también tuvieron los gauchos la ocasión para conseguir el gol de la honra, pero Maximiliano Ponzetti no pudo vencer desde el penalti al portero Pretony.
Tachada la oportunidad, apareció José María con una preciosa chilena para poner el 6-0 definitivo y darle a los portugueses su primer triunfo.