Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
“Esto demuestra que sí hemos fallado, pero de alguna manera requerimos de una oportunidad para reinsertarnos y ser personas de cambio”, dijo Susana Saravia, privada de libertad en la granja penitenciaria de Izalco, que desde este miércoles participa en el festival “Yo Cambio”, iniciativa que demuestra los logros del modelo penitenciario que ha transformado la vida a 26 mil privados de libertad.
Música, danza, teatro, desfile de modas y degustación de arte culinaria, son algunas de las actividades que se desarrollan en el festival Yo Cambio, que celebra los cuatro años desde que se oficializó este modelo penitenciario.
Además, se dieron a conocer los avances obtenidos en el proceso de rehabilitación y reinserción social de los privados de libertad. Como el caso de Susana Saravia que cumple 11 años de prisión, ella se muestra satisfecha de que ha dado lo mejor de sí misma.
“Ahora puedo poner en práctica lo que un día estudié, tiene diversificados los talleres, oficialmente son 4 años, pero en la práctica son más de seis años, es una terapia positiva que me ha quitado miedos, temores mal fundados por la sociedad, es el enemigo que enfrentamos, el rechazo, pero gracias a este tipo de programas la sociedad nos está viendo con diferentes ojos”, sostuvo.
Asimismo, Irvin Romero, privado de libertad, recluido en el centro penal de Usulután, también participa del festival y asegura que lo más esencial ha sido cambiar su mente y poder demostrar de lo que ha sido capaz.
“Somos muchos los que estamos trabajando en diferentes áreas como panadería, pastelería, sastrería. Estamos demostrando lo que un privado de libertad puede hacer. Empezamos a trabajar en el área de cocina, se empezó de la nada y ahora… había gente que no podía creer en esto del ‘Yo Cambio’”, comentó.
En total, 26,000 internos participan en los talleres a través del modelo Yo Cambio, de estos, 2,500 se encuentran trabajando en áreas productivas en granjas y 2,000 en trabajos comunitarios.