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Luis Arnoldo Colato Hernández
Educador
El despido que de algunos médicos ha realizado el MINSAL con supuesto ánimo disciplinario, carece por supuesto de ninguna legalidad, correspondiéndose crudamente al interés de imponer su conveniencia, sometiendo al gremio médico.
Éste ha sido históricamente contestatario, sabiendo defender sus intereses y mostrándose siempre unido cuando ha sido amenazado por diferentes gobiernos.
Recordamos por ejemplo los esfuerzos emprendidos por el gobierno de Flores al intentar privatizar el sistema de salud pública, y que fuera valientemente contenido por la gremial de médicos, virtualmente en solitario, sin mayor acompañamiento de la sociedad civil, primera beneficiaria de los esfuerzos de aquellos.
Por supuesto, también entre aquel valeroso gremio hay profesionales que equivocan la vocación, asumiéndola solo en el ánimo de superar los propios prejuicios y complejos.
Así tenemos a aquellas tres doctoras que vertieron equivocados comentarios a propósito del incidente en el estadio Cuscatlán, donde por razones aún debatibles murieron varios salvadoreños, y al menos un centenar resultaron lesionados.
En aquel escenario aquellas expresaron públicamente su incomodidad por tener que atender a aquellos infelices precisamente cuando durante esa jornada esperaban ellas lograr algún reposo.
Tan desaguisados comentarios por supuesto recibieron la censura principalmente de la población que es además agredida a diario en los espacios de salud pública donde son mal atendidos por otros profesionales de la salud, insatisfechos con su ejercicio.
Pero, además, con el devenir de los días las autoridades del MINSAL encontraron en aquella falta la perfecta excusa para sancionar y debilitar al gremio médico.
Como consecuencia se separa a estos médicos por apoyar a aquellas colegas, por demandar a las autoridades se dé cumplimiento al debido proceso.
Lo que sucede de fondo es que lo que se juega desgastando al gremio médico, es su completo sometimiento para así no encontrar ninguna resistencia organizada cuando en la siguiente gestión, que pretende el oficialismo alcanzar por intermedio del fraude durante las elecciones venideras, se adelante y concrete la privatización del sistema de salud pública.
Lo mismo se busca en el resto de entidades públicas donde se ha emprendido de manera sistemática, el desmontaje y erosión de las gremiales existentes, promoviendo activamente el aislamiento y separación de aquellos elementos que asuman conductas contestatarias y promuevan la organización entre sus pares, defendiendo sus intereses, los de la República y los intereses que la representan.
Es decir; no solo se trata de la separación injustificada e ilegal de algunos médicos, se trata de un plan que tiene por propósito además de suprimir la resistencia gremial y organizada en las diferentes oficinas del estado, también individualizar, separar y reprimir a todos aquellos que destaquen por defender los intereses de las mayorías, la legalidad y a la República.
La intención última: concretar como ya se dijo la privatización de los últimos activos estatales, educación y salud públicas, mediante el quiebre de la voluntad de resistir de las diferentes gremiales y asociaciones estatales que aún se encuentran fuera del control oficialista.
Es decir, que el soberano ya indefenso institucionalmente, también lo sea organizándose.
