Caracas/AVN
Con fundamentos artificiales y falsos, los cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, miembros fundadores del Mercado Común del Sur (Mercosur), pretenden suspender a Venezuela de forma ilegal por segunda vez en el 2017 del bloque regional.
Los cancilleres de estos países decidieron este sábado aplicar el Protocolo de Ushuaia, mecanismo que es «La Carta Democrática» de la institución para suspender a algún país miembro en el que se haya roto el orden democrático.
El canciller brasileño, Aloysio Nunes, informó en una rueda de prensa celebrada en la Alcaldía de Sao Paulo, que determinaron una «suspensión de naturaleza política, por consenso, contra Venezuela».
De acuerdo al artículo 3 de este procedimiento «Toda ruptura del orden democrático en uno de los Estados partes del presente Protocolo dará lugar a la aplicación de los procedimientos previstos en los artículos siguientes».
Sin embargo, Venezuela denunció a través de un comunicado emitido por la Cancillería de la República, que la aplicación del mismo «resulta improcedente, toda vez que se fundamenta en falsos supuestos, en presunciones ilegítimas que no se corresponden con los extremos jurídicos compatibles con las disposiciones de esta normativa».
La aplicación del Protocolo de Ushuaia se aplica por la realización de la elección a la Asamblea Nacional Constituyente. No obstante, esta no representa ningún elemento que perturbe el orden democrático de Venezuela, todo lo contrario, fortalece la democracia participativa y protagónica que reside en el pueblo venezolano.
De esta manera se evidencia el carácter político de esta decisión que viola el derecho internacional y las normativas del bloque con el fin de continuar la persecución e intolerancia contra Venezuela, así como lo denunció este sábado la Asamblea Nacional Constituyente mediante un decreto en el que se rechaza esta nueva injerencia.
Asimismo, esta nueva agresión se suma a las sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos en días pasados y los intentos de factores de la oposición venezolana para socavar el orden constitucional de la República, así como alentar una intervención extranjera.
Desde la llegada al poder de Mauricio Macri en Argentina y el arribo a la presidencia mediante un golpe de Estado de Michel Temer en Brasil, las políticas públicas y sociales en estos países han dado un salto atrás, cercenando los avances de los gobiernos progresistas que los antecedieron.
Ambos mandatarios se han sumado a la arremetida internacional contra Venezuela, desde la Organización de Estados Americanos (OEA), entre otras estancias internacionales.