Redacción Nacionales
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Los líderes mundiales se reunirán en la cuarta ronda de negociaciones de las Naciones Unidas para elaborar un tratado global sobre plásticos que se llevará a cabo del 23 al 29 de abril en Ottawa, Canadá, donde se espera acordar que a partir de 2024, la producción de plásticos primarios debe disminuirse al menos 12% y 17% por año, para evitar un cambio climático catastrófico.
Para finales de 2024 se espera que los estados miembros de la ONU lleguen a un acuerdo global, para acabar con la contaminación por plásticos, este sería el pacto medioambiental multilateral más importante desde el Acuerdo de París, las decisiones que se tomen durante esas negociaciones podrían transformar radicalmente la manera de producir, consumir y desechar los plásticos.
El Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (LBNL) publicó un estudio que revela el enorme impacto climático debido a la producción de plástico, el 75% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la producción de plásticos primarios ocurre antes de la etapa de polimerización.
Un punto clave de tensión en las negociaciones está relacionado con la inclusión de recortes ambiciosos y vinculantes en la producción de plástico en la versión final del tratado, la gran mayoría de los países que participan en el proceso de negociación se han mantenido abiertos a incluir en el tratado objetivos de reducción de la producción.
Sin embargo, una minoría reducida pero ruidosa, integrada principalmente por naciones productoras de combustibles fósiles, ha intentado sabotear las conversaciones mediante tácticas de obstrucción, y a través de argumentos los cuales sostienen que la contaminación por plásticos comienza sólo en la etapa de eliminación.
El incremento en la producción de plástico por sí solo arruinará los objetivos climáticos internacionales, incluso si todas las demás fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero como transporte, electricidad, agricultura, industria pesada, se descarbonizaran milagrosa y completamente en 2024, con las tasas de crecimiento actuales, la producción de plásticos primarios consumiría por completo el presupuesto mundial de carbono para 2060 y, a más tardar en el año 2083. Neil Tangri, director de Ciencia y Política de la Alianza Global para Alternativas a la Incineración (GAIA), expresó que mientras los líderes mundiales intentan negociar una solución a la crisis del plástico, la industria petroquímica invierte miles de millones de dólares para empeorar rápidamente el problema.
“Necesitamos un acuerdo global para detener este crecimiento canceroso, reducir la producción de plástico y marcar el comienzo de un mundo con menos plástico y menos contaminación”, reiteró.
Entre tanto, el ex director del Centro de Gestión y Control de Sustancias Químicas de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Ghana, Sam Adu-Kumi, manifestó que África ha sido una de las regiones más ambiciosas en las negociaciones del tratado de plásticos, debido al impacto de la contaminación en la salud, el medio ambiente y los medios de vida de la población.
“Sabemos por experiencia que se necesitan medidas en las etapas iniciales y de producción, para permitir el éxito en las fases posteriores respecto de la lucha contra la contaminación por plásticos”, aseguró.
Jorge Emmanuel, profesor adjunto y Research Faculty Fellow de la Universidad Siliman, en Dumaguete, Filipinas, dijo que el país asiático está a la vanguardia tanto del cambio climático, como de la contaminación por plásticos. Las olas de calor, los fuertes tifones e inundaciones empeoran con el paso del tiempo.
Externó que la industria petroquímica ha desplazado los sistemas tradicionales con montañas de plástico que envenenan las comunidades, si el tratado incluye o no recortes en la producción de plástico no es sólo un debate político, sino una cuestión de supervivencia.
La industria petroquímica tiene una presencia significativa en las negociaciones, ya que 143 lobistas de la industria se inscribieron para asistir la reunión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC-3) sobre el tratado del plástico.
Este es el grupo más grande que cualquier delegación nacional u organización de la sociedad civil, con lo cual lograron amplio acceso a representantes gubernamentales de todo el mundo. La sociedad civil pide que se los retire de futuras negociaciones a fin de evitar un conflicto de intereses.
La actual relación con los plásticos está provocando la pérdida de naturaleza, originando riesgos para la salud y agravando la crisis climática, por ello, es necesario replantearse esta relación y construir un sistema que proteja tanto la salud humana como al planeta.