Rosmeri Alfaro
@RosmeriAlfaro
Más créditos para la reestructuración de deuda e innovación del parque cafetalero, destaca entre las peticiones hechas por los productores de café al presidente electo, Nayib Bukele.
La asociación cafetalera de El Salvador (Acafesal) afirmó que en los últimos años, el café ha venido mostrando decadencia por lo que pidieron al futuro mandatario que “considere el grado como un producto de mucho interés que genera empleos e ingresos al país”.
Según estimaciones de Acafesal en la cosecha de café de 1996-1997 los ingresos en las exportaciones rondaron los 505 millones de dólares y en la de 2013-2014, $110 millones. Respecto a los empleos señaló que en la producción de 1992-1993 generaron 215,310 empleos y en 2013-2014, 39 mil.
“El nuevo gobierno tiene la gran oportunidad de generar empleos en el sector café, la historia lo dice, es una solución a la crisis de empleos que enfrenta el país”, manifestó José Omar Flores, presidente de la gremial.
La asociación afirmó que espera reunirse en los próximos días con Bukele para presentarle una serie de propuestas en beneficio de los caficultores, la economía y medio ambiente del país.
Flores expuso que el aporte que dan los bosques de café en cuanto a la captación de agua, es una oportunidad para que garantizarle el vital liquido a las nuevas generaciones y preservar la fauna.
Otra de las peticiones del sector es la creación del instituto de investigaciones del café para apostar a la innovación, desarrollo y asistencia tecnológica; así como la regulación de las importaciones de café.
Los productores han señalado en reiteradas ocasiones que se encuentran en una encrucijada por la importación que asciende el 32 % y por los bajos precios del grano de café. Flores ha expuesto la problemática que enfrentan los caficultores ante la caída del precio del café, “situación que será difícil superar al solo recibir entre $50 y $65 por quintal, valor que apenas alcanza para pagar la recolección del mismo”.
Acafesal fue enfática en pedir al futuro estadista en tomar decisiones alcanzables “que no solo queden en el papel” y que considere las propuestas aportadas por los productores.