Alexander Pineda
@DiarioCoLatino
El Movimiento de Profesionales por la Transformación de El Salvador (PROES) emitió un balance del primer año de gobierno del presidente Nayib Bukele, en el que señalan importantes retrocesos en materia social, política y transparencia.
PROES considera que las falencias del Gobierno se han acentuado en el manejo de la crisis sanitaria por la pandemia de COVID-19, en la que se ha reservado los planes concretos a seguir para afrontar los embates de la enfermedad en el sector salud y en el tema de reactivación de la vida productiva.
Destaca que, la dinámica que prevalece parece ser la improvisación y cuestiona la capacidad de varios funcionarios en el desempeño de sus labores, además de que buena parte del alto funcionariado utiliza su trabajo para hacer propaganda política y atacar otras corrientes políticas.
Entre otros aspectos, el movimiento subraya que el gobierno de Nayib Bukele envía claros mensajes de ser autoritario y rebasar sus atribuciones, omitiendo mecanismos legales a los que por obligación está sujeto, como lo son las resoluciones de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.
Recordó que la muestra más clara del irrespeto al Estado de Derecho fue la invasión militar a la sede del órgano Legislativo -el pasado 9 de febrero-, en la que según manifiesta PROES, en su análisis, el mandatario pudo haber incurrido en delitos como rebelión y sedición al usurpar las atribuciones del presidente de la Asamblea Legislativa y ordenar a la Fuerza Armada sustraerse de sus obligaciones constitucionales con fines políticos, todas estas acciones enmarcadas en un supuesto Golpe de Estado fallido.
En el ámbito social, el movimiento de profesionales expone que el Gobierno suprimió más de 8,500 empleos, dejando entrever en gran parte de ellos que lo hacía por razones políticas, parte de las plazas laborales suprimidas son de áreas estratégicas como control de enfermedades endémicas del Ministerio de Salud.
También se critica el cierre de al menos trece programas sociales, entre los que se destaca el programa de Agricultura Familiar, el de Fortalecimiento de Salud de la Mujer, Jóvenes con Todo y el programa general de Alfabetización.
Asimismo, observa el constante desconocimiento de las potestades y efectos de la Ley de Acceso a la Información Pública, de la que instancias gubernamentales ya han omitido en varias ocasiones a lo largo del primer año de gestión de Bukele su aplicabilidad.
En el marco de la pandemia de COVID-19, la tensión entre poderes estatales se ha visto tensada por el discurso beligerante del mandatario, quien en numerosas ocasiones, a lo largo de casi tres meses de emergencia, ha desconocido potestades de los órganos Legislativo y Judicial.
PROES expone que desde las retenciones con supuestos fines sanitarios y las limitaciones a la libertad de circulación, hasta la evidente falta de compromiso con los miles de salvadoreños que quedaron varados en otros países al ordenar el cierre del aeropuerto internacional, y la negativa a ser fiscalizados en el uso de recursos para la atención de la emergencia han minado la imagen y credibilidad del Gobierno en tan solo un año.