Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
En el marco de la conmemoración del Día Internacional del Agua, y el Día Nacional del Río Lempa, Luis González, director de Incidencia de la UNES, que integran la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica, se pronunció por una gestión sustentable del agua en el país.
“Tenemos que reiterar que en El Salvador hay una grave crisis hídrica que se refleja en los bienes ambientales e hídricos del país”, dijo en entrevista exclusiva con Diario Co Latino.
– ¿Qué significa una crisis hídrica en un país altamente depredado?
Primero, tomar conciencia de que tenemos una grave crisis hídrica que se refleja en muchos bienes ambientales e hídricos como en el río Lempa, que es nuestra principal fuente de agua. Y en este lugar, la comunidad La Isla, cada verano podemos ver cómo está siendo golpeado el río fruto de la deforestación del país y de los impactos del cambio climático.
Entonces, lo que se necesita es una gestión sustentable del agua, a partir de una verdadera protección de las aguas del Lempa por ser fuente estratégica de agua. Y es lo que reiteramos en nuestro mensaje en el marco mundial del Día Internacional del Agua. Aquí, con esta comunidad nuestra actividad es sensibilizar a la población a trabajar por la protección de su fuente de vida.
– ¿Cómo se pueden conservar las aguas del río Lempa?
Una parte es no permitir proyectos que afectan su calidad del agua ni su caudal o que afecten su capacidad de dar vida al país. Y por supuesto, hacer todo lo necesario para evitar cualquier proyecto minero en El Salvador . Y eso pasa por prohibir de nuevo la minería en el país, porque estamos sabedores de todos los impactos que esto podría generar en el territorio nacional.
Y es que el río Lempa con toda esa su capacidad de dar vida, con sus aportes al agua para el uso y consumo humano, su contribución al riego de cultivos o para la ganadería, y no olvidemos su uso hidroeléctrico, a todas esas colaboraciones que nos da el Lempa, es suficiente razón para protegerlo y la gente debe tomar conciencia de esto apoyando la prohibición de nuevo de la minería en el territorio nacional.
– ¿Cómo enfrentar proyectos mineros en zonas transfronterizas?
Debemos tomar en cuenta que hay amenazas fuera del país, como el caso de la minería transfronteriza, el ejemplo es el proyecto minero Cerro Blanco, en Asunción Mita, Guatemala, que es la mina que está avanzada y que es un peligro para aguas salvadoreñas; así como otros proyectos mineros fronterizos en Honduras.
Y esta lucha social es un desafío actualmente, porque antes teníamos la legitimidad de exigir que estos proyectos cerraran porque en El Salvador la minería estaba prohibida, pero ahora ya tenemos una Ley General de Minería.
Entonces, nuestros vecinos Guatemala y Honduras podrán decirnos ¿Por qué quieren que regulemos la minería en nuestros territorios, si ahora ya no está prohibida en El Salvador?, en lo que se refiere a las cuencas compartidas, esto es un gran reto para los pueblos buscar soluciones entre los tres países.
– ¿Qué podría articularse como solución?
Creemos que las acciones deben ir en dos niveles, primero exigir que se regulen y prohiban más proyectos mineros transfronterizos entre los tres países. Y segundo, exigir al gobierno de El Salvador, que se derogue la actual ley de minería, por todos los impactos ambientales que va acarrear a la población.
Debemos ser categóricos, hace siete años se prohibió la minería metálica porque se comprobó técnica y científicamente que esta actividad extractiva afectaría el territorio y nuestros bienes naturales e hídricos.
Y en la actualidad el gobierno no ha presentado nuevos estudios que nos demuestre que las condiciones que llevaron a la prohibición de la minería metálica (2013), justifique de alguna manera un cambio y permita la explotación minera en el país. Por lo que consideramos que lo correcto sería entonces que siga prohibida esta actividad extractiva y altamente contaminante.
– ¿Por qué la insistencia de minar en el país?
Es lamentable reconocerlo pero pesan más los intereses económicos, mercantiles y extractivistas de los bienes ambientales. Y no solo el derecho humano al agua, sino el derecho humano a la vida y el derecho a un ambiente sano de la población salvadoreños están amenazados.
El Estado salvadoreño debería estar aplicando las políticas públicas existentes en materia ambiental. No olvidemos, tenemos una ley de Medio Ambiente y una Ley General de Recursos Hídricos, que si se aplicaran de forma correcta y adecuada se lograrían preservar las cuencas de todos los ríos del país y, claro, entre estos cuerpos de agua la del río Lempa.
– ¿Qué propuestas tienen como movimiento social y comunidades?
Comenzar por dar información pública de esos proyectos a la ciudadanía, así como, permitir la participación social de manera que la ciudadanía pueda generar sus propias conclusiones y condiciones para tomar decisiones en materia de la protección de estos bienes ambientales, porque nada de eso se ha hecho.
Así también un ajuste con la Autoridad Salvadoreña del Agua (ASA), que desde su formación, sin ninguna justificación han nombrado aún al miembro que represente a la sociedad civil en su junta directiva, que lo estipula su ley de constitución. Y tampoco han terminado de conformar los organismos zonales de cuenca, cuando son puestos estratégicos.
Y en todo esto no hay acceso a la información pública, ni la participación ciudadana, con el agravante que todas las acciones de restauración y conservación del medio ambiente aún no han iniciado, entonces, hay que trabajar mucho y de inmediato.
– ¿Qué opinan de la contradicción entre la restauración del Lempa y la ley de minería?
Recientemente, el gobierno anunció una acción de restauración del río Lempa por el canje de deuda con Estados Unidos, pero no se ha impulsado nada de esto, aún no hay información oficial de estas acciones.
Y claro, hay una contradicción, efectivamente, con ese programa de conservación y protección del río Lempa desde que se aprobó, incluso, antes de la Ley General de Minería, cuando ese proyecto tiene en la parte de salvaguardas no permitir proyectos que puedan degradar la cuenca del río Lempa.
Entonces, el tema de la minería metálica entraría en contradicción con la protección de la cuenca y las aguas del río Lempa. Y mucho menos tenemos información oficial sobre cómo lo van a implementar o qué va a pasar con esto. Y eso es parte de nuestra demanda de buscar información para hacer la contraloría ciudadana de las autoridades.