Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
“Me siento muy orgullosa que el Ministerio de Salud quiera retomar mi proyecto de Control Biológico para implementarlo a nivel nacional”, find dijo Marielos Sosa, Promotora de Salud de la Unidad del Puerto de La Libertad, quien utiliza peces zambos o tilapias para la eliminación de la larva del zancudo Aedes-aegypti, vector del dengue, chickungunya y zika.
“Estaba la epidemia de dengue en el año 2012, cuando junto a un grupo de jóvenes de la comunidad hacíamos una visita de campo y nos encontramos una piscina colmada de agua lluvia por la última llena del río, que era una gran preocupación por el dengue… y cual fue nuestra sorpresa, cuando verificamos que esa agua lluvia acumulada no tenía larvas de zancudo y nos encontramos con estos pecesitos”, relató.
Para Sosa la prueba irrefutable del éxito de este proyecto de control biológico a través, de los zambos y tilapias es la ausencia de casos de dengue, chikcungunya o zika en la comunidad, lo que ha motivado a las autoridades de salud (MINSAL) a probar este método a nivel territorial.
Al llegar a la Bocana de Playa San Diego se recibe la ola de ambiente húmedo pegajoso, que contrasta con el agua fresca y potable de los tres contenedores de concreto que dan un hogar temporal a los alevines y peces adultos entre zambos y tilapias.
De estos, los peces adultos se encuentran a la espera de su reubicación final en pilas, barriles y recipientes de las comunidades, con el propósito de romper el ciclo de vida del zancudo y guardar la salud de la población, situación que ha generado un “cariño” por estos peces. Sosa tiene dos favoritos: Chepito y Toñito, que descansan en una tina improvisada y son mansos, a tal grado que los puede tomar entre sus manos.
“En ese momento, que teníamos la crisis de la epidemia del dengue (2012), se me ocurrió hacer un Plan Piloto en 10 viviendas de la comunidad con estos peces y 15 días después, llegamos a verificar estos recipientes y nos damos cuenta que no habían larvas de zancudo. Decidimos, entonces, distribuirlas en las 300 viviendas de la comunidad, esto es satisfactorio lo que inició como una visita de campo terminó siendo un beneficio para todos y todas”, apuntó.
Marielos mantiene en la Casa Comunal su centro de operaciones, ahí un contenedor de más de cinco metros de largo se encuentra dividida en tres segmentos para los alevines (peces recién nacidos), otra pila para los peces en desarrollo y una tercera para los peces reproductores (hembras y machos) que son cuidados con esmero por ella y la comunidad, quienes han tomado conciencia sobre la importancia del control del vector.
Pero ¿Qué es un vector? Las autoridades de salud a escala mundial lo definen, como un hospedador intermediario que transporta y transmite un microorganismo patógeno que produce una enfermedad. De ahí la importancia de romper su ciclo de vida para evitar la propagación del mosquito.
Actualmente, ante la presencia del Zika en el país, y la posibilidad de la proliferación del zancudo transmisor de la enfermedad, la Promotora de Salud y la comunidad se encuentran “cultivando” peces para ser distribuidos.
Los pedidos provienen de Unidades de Salud de Lourdes, Colón, con 8 mil peces o gobiernos municipales como Nuevo Cuscatlán que adquirió 10 mil; no obstante, Marielos afirmó que estos proyectos deben dotarse también de “cariño” desde los encargados para articular los procesos de reproducción y educación de la población “es un método natural que no tiene costo”, manifestó.
En la comunidad de la playa, Marina Pineda vende alimentos a pobladores y turistas desde hace tres décadas, a tan solo 100 metros de la bocana de San Diego, pero está consciente de la importancia de medidas de higiene y control de vectores para su sencillo local bordeado de palmas.
“Mi muchachito lindo” , llama al zambo que rápidamente se desliza junto a otros más pequeños entre sus manos rumbo al fondo de un barril de plástico que contiene agua potable para lavar utensilios de cocina y aseo de ropa.
“Con los zambitos hemos evitado el criadero de larvas de zancudo; yo veo que este método es mejor que el abate … porque aquel es un químico y se vence, mientras los zambitos ahí están… les tengo cariño y les echo sus pedacitos de pan, para que coman porque también, son como nuestros animalitos de la casa … yo estoy encariñada y los turistas les encanta verlos ahí nadando… así que estoy contenta con esta medida de control del zancudo”, manifestó.
De ese abril de 2012, solo queda la historia de 11 casos de dengue que se registraron en el informe epidemiológico del Ministerio de Salud, comentó Damaris Caballero, de 19 años, quien forma parte del grupo de trabajo de la Promotora de Salud y lleva en sus manos un envase plástico que contiene tres o cuatros pecesitos que toca delicadamente mientras explica como se enroló en esta iniciativa.
“Comencé a los 16 años de edad a trabajar con Marielos, me gustó mucho el proyecto de ella y trabajar para la comunidad, también me he divertido mucho cuando fuimos a agarrar los alevines a la bocana, cuando la abren y luego criarlos para sustituirlos por el abate. Como grupo de jóvenes estuvimos fortaleciendo también las campañas contra el mosquito, para mí es mi trabajo, sé que es voluntario, pero me gusta pensar que es mi trabajo y es más, me interesa la salud y quiero estudiar enfermería para ayudar a la comunidad”, opinó.
“El agua se puede utilizar para todas las actividades, menos para tomarla”, indica de inmediato la Promotora de Salud, Marielos Sosa, quien recomendó a la población en general a utilizar este método natural, no químico y a “encariñarse” de estos zambos y tilapias para el control biológico de la larva del zancudo Aedes aegypti.
Marielos Sosa, originaria del municipio de Santa Tecla, llegó como promotora a la Unidad de Salud del Puerto de La Libertad en el año 2012, cuando la epidemia del dengue causaba estragos en la población.
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