Las manifestaciones populares tuvieron lugar en las ciudades de Hasakeh, Qamishli y Deir Ezzor, las mayores en la región oriental de Siria.
Los participantes en la acción levantaron pancartas con frases que condenan la agresión y exigen la expulsión de las fuerzas turcas y estadounidenses del país árabe.
Por otro lado, las tribus y clanes de Siria denunciaron en un comunicado la complicidad entre Washington y Ankara en la violación de la soberanía siria.
‘La invasión de Turquía fue coordinada y bendecida por Estados Unidos, y ambos gobiernos pretenden dividir a Siria y consagrar su presencia como fuerzas de ocupación en el territorio sirio’, denunció el texto del comunicado.
Llamó a todos los jóvenes que fueron reclutados por la fuerza a abandonar las filas de las milicias kurdas y unirse al ejército árabe sirio que consideraron como el único garante y capaz de proteger las fronteras y enfrentar cualquier agresión externa.
Turquía empezó el último miércoles, un operativo militar contra Siria bajo el pretexto de combatir las milicias kurdas, lo cual fue condenado por Damasco y las mayoría de los gobiernos de la región y el mundo.